Minneapolis, Minnesota.— Si estabas preocupado porque las Minnesota Lynx perdían por siete puntos frente a las Phoenix Mercury al llegar al medio tiempo del primer juego de las semifinales de la WNBA del domingo, no sabes qué hace especial a este equipo.
“(Phoenix) siempre nos da su mejor golpe, pero lo nuestro es que estamos condicionados”, dijo Don Williams, padre del base de las Lynx, Courtney Williams. “En el tercer y cuarto cuarto, las Mercury se quedaron sin gasolina. Se quedaron sin gasolina y Courtney seguía completamente desmarcada”.
Williams no es exactamente un analista imparcial, pero el promotor no oficial de Lynx admite que no es solo el acondicionamiento lo que hace que el equipo de este año sea tan especial.
Él dice que la química es su verdadero superpoder.
“Ser feliz y entusiasmarse por cada pequeña cosa buena es contagioso”, dijo.
Los líderes de Lynx seguramente estarían de acuerdo.
“Yo lo llamo baloncesto alegre”, dijo Carley Knox, presidente de Operaciones Comerciales de Lynx. “Se quieren de verdad y siento que se puede ver ese hermoso juego de baloncesto en equipo en la cancha”.
Knox afirma que la belleza también ha sido evidente fuera de la cancha. Esto incluye el cariño nacional que se les ha brindado a Courtney Williams y Natisha Heideman desde que lanzaron su transmisión StudBudz, generando numerosos titulares e incluso algunas portadas.
Knox dice que la belleza también se ha extendido a las gradas, donde se puede ver que muchos fanáticos también se han unido, casi literalmente.
“Técnicamente, ahora tejo a crochet”, dijo Christina McCollum, abonada de las Lynx, conocida por su pelo rosa y sus ingeniosas manualidades en las gradas desde la temporada 2017. “De hecho, solía tejer durante los partidos. Tenía unas agujas de tejer bastante gruesas, y me entristeció mucho cuando descubrí que estaban en la lista de artículos prohibidos hace unos años”.
Estos días, el crochet parece más apropiado, porque el equipo de este año la tiene realmente enganchada.
“Me encanta ver la química que tienen”, dijo McCollum. “Realmente te transporta a la época de los Fab Five, cuando eran un equipo fantástico”.
Hablando de química, Christina y Don se han convertido en amigos del asiento, después de sentarse, y animarse, uno al lado del otro durante toda la temporada.
McCollum: “Don subió un video, y no era yo tejiendo detrás de él. Era yo descosiendo mi proyecto”.
Erdahl: “¿Es fácil perder un par de puntos debido al entusiasmo de este equipo?”
McCollum: “Sí, ¿verdad?”
Erdahl: “Está claro que ha funcionado”.
McCollum: “Sí. (risas)<22:14:54;03>>
Para ambos aficionados, es sólo un ejemplo más de lo que ha hecho que esta temporada sea tan especial.
“Desde los niños hasta las personas mayores y todos los que están en el medio, a ellos les encanta y nosotros los amamos”, dijo Don Williams.
Y en el caso de estos playoffs, resulta que aún hay mucho margen para que esa alegría crezca. Las jugadoras de las Lynx agradecieron a la afición su energía y volumen el domingo, pero la asistencia de más de 10,000 personas aún no se compara con la asistencia de las Finales de la WNBA del año pasado, que superaron las 19,000.
“Estamos alcanzando cifras históricas y superando con creces las del año pasado, pero quiero que este estadio tenga entradas agotadas”, dijo Knowx. “Quiero que lleguen a los 19,000 espectadores para cada partido de semifinales y final, toco madera”.
Todavía hay entradas de nivel inferior para los Lynx aquí para el segundo juego.
