Por María Cabadas
Ciudad de México.- El documento Trabajo con las familias. Escuelas de organización completa. Educación Básica, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) puso a disposición del magisterio, pide apoyar y reconocer a los estudiantes que provienen de una diversidad de familias de todo tipo, incluyendo la de identidad sexual.
“A la escuela asisten todos los días niñas, niños y adolescentes que provienen de diferentes tipos de familias: ‘tradicionales, homoparentales, monoparentales, reconstruidas, de acogida, temporales, extensas y adoptivas, todas ellas con diferentes niveles de escolaridad, situación migratoria, edad, identidad sexual, de género, preferencia política y religiosa, condición étnica, lingüística, social, económica y de salud”, expone el documento.
Resalta que las familias “viven en realidades sociales, económicas, migratorias, culturales y laborales que establecen condiciones distintas para dar seguimiento y acompañamiento a sus hijas e hijos en la escuela, por lo que es necesario que el sistema educativo considere mecanismos de comunicación que garanticen la inclusión”.
Propone a los docentes que en el marco de respeto a la diversidad familiar, así como de las distintas condiciones de vida, la contribución de las familias a garantizar el bienestar y el buen trato de niñas, niños y adolescentes, entendido como el derecho a estar bien corporal, mental, emocional, afectiva, sentimental y espiritualmente en todos los espacios en los que se desarrollan, dentro y fuera de la escuela, y su participación para favorecer el ejercicio de los derechos de las y los estudiantes.
En el Consejo Técnico Escolar (CTE) que se realizó en todas las escuelas de educación básicas se sugirió a los docentes abordar el tema de los estudiantes trans y no binarios.
Expone que el reconocimiento de las infancias y adolescencias trans y no binarias en las escuelas de todo el país “es una invitación a enfrentar nuevos retos desde un enfoque humanista que enfatice el aprecio por la diversidad, lo que contribuye al goce pleno de los derechos de todas las personas”.
Al respecto, distintas organizaciones civiles argumentan que la SEP busca implementar lineamientos ideológicos sobre identidad de género en todos los niveles educativos sin consulta previa a los padres de familia. Aunque otras consideran como un acierto que la máxima institución educativa del país visibilice a la infancia y a las adolescencias trans y no binarias.
Material didáctico que genera disputa y polémica
La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) considera que esta medida representa una grave amenaza a los principios constitucionales que rigen la educación en México, al pretender imponer una visión ideológica sobre las “infancias trans y no binarias” en el entorno escolar.
El residente de la UNPF, Israel Sánchez Martínez, opina que la medida representa una grave amenaza a los principios constitucionales que rigen la educación en México, al pretender imponer una visión ideológica sobre las “infancias trans y no binarias” en el entorno escolar.
Asegura que esos temas vulneran el derecho de los padres a decidir sobre la formación de sus hijos, así como de la consulta a planes y programas como lo marca la Ley General de Educación.
El Frente Nacional por la Familia enfatiza que la dependencia que encabeza Mario Delgado “descaradamente adoctrinará a maestras y maestros de educación básica de todo el país sobre el tema infancias y adolescencias trans y no binarias”.
“El material elaborado y distribuido oficialmente por la SEP y que será entregado a los docentes impone una visión ideológica de la sexualidad infantil, utilizando términos como ‘diversidad de expresión de género’, ‘niñez transgénero’ o ‘autoconocimiento corporal’”, comenta Rodrigo Iván Cortés, presidente de esta ONG.
Agrega que el término “trans e inclusivo” es presentado como parte de la Nueva Escuela Mexicana, pero lamentablemente ignora por completo la voz de los padres de familia de los menores de edad, así como el contexto social de las escuelas y la formación biológica y emocional de acuerdo con la edad y madurez de los menores.
“No se establece distinción por edades ni se advierten límites pedagógicos o éticos para los docentes, disfrazando el reconocimiento de las infancias trans como un acto educativo. Por si fuera poco, los materiales carecen de fundamentos sicológicos y médicos sobre el impacto en las niñas y niños”, comenta.
Sin embargo, Juan Martín Pérez, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, argumenta que es muy buena noticia que la Secretaría de Educación Pública aporte material para las reuniones que tienen los docentes y específicamente que se pueda acompañar la reflexión y cómo abordar el tema de la diversidad sexual desde las infancias, así como de la diversidad de familias.
“Estos tipos de temas motivan la conversación, van a despertar dudas, interrogantes e incluso algunas resistencias, lo cual puede ser también positivo si no queda solo en una conversación, sino precisamente en recordar que la SEP tiene establecido en la Ley General de Educación el mandato de promover la educación sexual integral.
“Esto no significa hablar de genitalidad específicamente, depende de la edad de desarrollo del niño ni de la adolescente, les podemos ayudar a comprender el reconocimiento de su cuerpo, la importancia de decidir sobre él mismo y cómo tiene que ser respetado desde su dignidad, su identidad y obviamente su propia salud integral”, menciona.
Destaca que “aquellos y aquellas que tengan dudas y resistencias, es necesario acompañarles con un proceso, un curso sobre discriminación, precisamente sobre educación sexual integral y ayudar a entender que la decisión sobre el cuerpo de niños, niñas y adolescentes es decisión de ellas y de ellos, no es decisión de las personas adultas, como tampoco lo es de los maestros o de las escuelas”.








