Washington, DC.- Tom Homan, ahora el zar fronterizo de la Casa Blanca, aceptó 50 mil dólares en efectivo después de indicar que podía ayudar a agentes encubiertos del FBI, que se hacían pasar por ejecutivos de empresas, a ganar contratos gubernamentales en una segunda administración de Trump, según varias personas familiarizadas con la investigación y documentos internos, reporta el medio MSNBC.
Las fuentes indicaron que el caso se estancó indefinidamente después de que Donald Trump asumiera la presidencia en enero. De acuerdo con el reporte, en las últimas semanas, las personas designadas por Trump cerraron oficialmente la investigación, después de que el director del FBI, Kash Patel, solicitara una actualización sobre el estado del caso.
Un funcionario del Departamento de Justicia designado por Trump calificó el caso como una investigación del “estado profundo” a principios de 2025 y no se tomaron más medidas investigativas, según las fuentes.
Implicación de Tom Homan en el caso
La pesquisa, que inició en el oeste de Texas en 2024, señala que Homan solicitaba pagos a cambio de la adjudicación de contratos en caso de que Trump ganara las elecciones presidenciales, según un resumen interno de la investigación del Departamento de Justicia, revisado por MSNBC y personas familiarizadas con el caso.
Siempre de acuerdo con el medio, la Fiscalía Federal del Distrito Oeste de Texas, en colaboración con el FBI, solicitó a la Sección de Integridad Pública del Departamento de Justicia que se uniera a su investigación en curso sobre el ahora z fronterizo y exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y otros, basándose en pruebas de pagos de agentes encubiertos del FBI a cambio de facilitar futuros contratos relacionados con la seguridad fronteriza.
El medio recuerda que Homan “afirmó abiertamente durante la campaña de 2024 que desempeñaría un papel destacado en la ejecución de las deportaciones masivas prometidas por Trump”.
La Casa Blanca, el Departamento de Justicia y el FBI descartaron la investigación por considerarla políticamente motivada y sin fundamento, reporta el medio: “Este asunto se originó durante la administración anterior y fue sometido a una revisión exhaustiva por agentes del FBI y fiscales del Departamento de Justicia. No encontraron pruebas creíbles de ningún delito. Los recursos del Departamento deben centrarse en las amenazas reales al pueblo estadounidense, no en investigaciones infundadas. Por consiguiente, la investigación ha sido cerrada”, dijeron el director del FBI, Kash Patel, y el fiscal general adjunto, Todd Blanche.
Homan no respondió a las solicitudes de comentarios, indicó el medio.
Según los documentos y las fuentes, los agentes se reunieron varias veces el verano pasado con un colega de negocios que les presentó a Homan, y con el propio Homan, quien indicó que facilitaría la obtención de contratos para ellos a cambio de dinero una vez que estuviera en el cargo.
Expertos que consultó el medio añadieron que una persona que promete influir en contratos federales al convertirse en funcionario público no puede ser acusada bajo las leyes federales de soborno hasta que sea nombrada o designada para dicho cargo. Si la persona obtuvo el puesto en la administración y luego reafirmó su promesa o comunicó de alguna manera su plan para cumplir con el acuerdo, los investigadores podrían presentar un caso sólido de soborno.
Pero, sigue siendo un delito que cualquier persona busque dinero para influir indebidamente en contratos federales, independientemente de si es funcionario público o no, y de si cumplió o no su promesa. Las personas en esta categoría podrían ser acusadas de conspiración o fraude, afirman.
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