Por Manuel Espino
El contrabando de combustible, conocido como huachicol fiscal, también se da por la frontera sur de México con destino a Guatemala y a Belice, y ha crecido en los últimos años, impulsado por las redes criminales del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Por ello, autoridades federales rastrean la participación de agentes aduaneros, de navieros, las rutas y las empresas que sirven como fachada para la distribución y venta de gasolina y diesel robado tanto en México como en Estados Unidos, y distribuido en países centroamericanos.
De acuerdo con un reporte del gabinete de seguridad, los grupos criminales, junto a empleados de la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), aduanas y empresas navieras, transportan el combustible en pipas después de que se descarga en los recintos portuarios y en zonas clandestinas en el sureste del país.
Indica que la corrupción de empleados de Pemex y la falsificación de documentos aduaneros para facilitar el transporte ilegal de hidrocarburos incrementó el tráfico de huachicol fiscal, afectando la economía en la región fronteriza de México con Guatemala y Belice, donde se venden ilegalmente combustibles a precios más bajos que en las estaciones de servicio.
De igual forma, destaca que “aunque el huachicol fiscal” es un fenómeno principalmente mexicano, existen prácticas similares en otros países como Estados Unidos, Guatemala, Belice, Paraguay, Argentina, Nigeria y Benín. En los casos de México y Estados Unidos, detalla, el contrabando transfronterizo de combustible ha llevado a operativos entre ambos países para combatir esta práctica que ocasiona grandes pérdidas al sector energético.
Actualmente, está detectado que los cárteles de las drogas y sus células utilizan diversas rutas hacia Guatemala y Belice para trasladar el huachicol fiscal y otras mercancías, que atraviesan zonas agrícolas, montañosas y fincas con el fin de evadir los cercos policiacos y los puestos de vigilancia de las Fuerzas Armadas.
Contrabando en pipas y camiones de carga
Una de las más importantes es la ruta que conecta el río Suchiate con Tecún Umán, Guatemala, por donde pasa combustible y otras mercancías en balsas improvisadas; aunque se tiene conocimiento que desde hace algunos años el recurso energético se traslada desde Chiapas a Guatemala y Belice en pipas y camiones de carga.
Por la región montañosa de Huehuetenango-La Mesilla, se facilita el ingreso de combustible o huachicol fiscal y otros productos de contrabando por números pasos ciegos, sin presencia de autoridades que impidan esas actividades ilícitas.
Las autoridades de Guatemala reportaron la existencia de más de 100 pasos ciegos en los departamentos de Huehuetenango, San Marcos y Quiché, colindantes con Chiapas.
También se identificó que los contrabandistas desarrollaron rutas alternas que atraviesan fincas y parcelas en la costa sur de Guatemala, extendiéndose hacia departamentos como Retalhuleu, Quetzaltenango y Totonicapán, con el objetivo de evadir los controles oficiales.
Asimismo, se identificó que integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) han establecido puntos de vigilancia en carreteras clave, como la que conecta La Mesilla con Comitán, Chiapas, para controlar el flujo de mercancías ilícitas y cobrar derecho de paso a los contrabandistas.
Crece tráfico hacia Belice
El tráfico de huachicol fiscal y otras mercancías de México hacia Belice se realiza a través de zonas agrícolas, especialmente en las laderas del río Hondo y áreas cañeras, donde la densa vegetación y la falta de vigilancia policial o militar facilitan estas actividades ilícitas.
Para el contrabando de productos como cigarrillos, se utilizan lanchas rápidas que ingresan por río Dulce, desde donde se distribuyen hacia Guatemala, El Salvador y Honduras, resalta el reporte del gabinete de seguridad federal.
En marzo pasado, el ejército de Guatemala reforzó la vigilancia en su frontera con México para combatir el tráfico de drogas, de armas y migrantes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores también emitió una alerta a sus ciudadanos para tomar precauciones al visitar o transitar por la frontera con Chiapas, azotada por la disputa entre sicarios del Cártel de Sinaloa y del Cártel Jalisco Nueva Generación por el control del tráfico de drogas, de migrantes, armas, combustibles o huachicol fiscal y mercancías por esa zona.
Las autoridades diplomáticas guatemaltecas precisaron que se trabaja activamente con México en un grupo binacional de alto nivel para fortalecer la seguridad fronteriza y proteger los derechos de las personas de manera especial y prioritaria, indicaron.
“Ambas naciones comparten el compromiso de hacer frente a los desafíos planteados por la presencia de grupos delictivos en la región, priorizando medidas que promuevan la seguridad y el bienestar de las comunidades”, señalaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala.
De acuerdo con informes del gobierno guatemalteco, los grupos criminales mexicanos, principalmente el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, han diversificado sus actividades delictivas, involucrándose en el robo y el contrabando de combustibles hacia su territorio.
Para lograr lo anterior, han establecido nuevas rutas, como cruces peatonales, vehiculares y acuáticos para sus actividades de contrabando de combustible y mercancías, acciones que les dejan jugosas ganancias con las que se financian y corrompen a autoridades de todos los niveles de gobierno.
En febrero pasado, al realizar diversos cateos, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) aseguraron 884 litros de hidrocarburos de procedencia ilícita en 12 puntos de venta clandestina en Chiapas.
Los operativos se realizaron después de que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) detectaron comercios improvisados donde se vendían y almacenaban gasolina y diesel de manera ilegal y peligrosa.
De acuerdo con la FGR, se decomisaron 33 bidones con capacidad para 20 litros, cinco bidones con capacidad para 10 litros, otro 15 con capacidad para cinco litros, un recipiente para cuatro litros, uno para tres litros, un más de dos litros, así como varios tambos.