El presidente chino, Xi Jinping, señaló en la llamada que mantuvo con su homólogo estadounidense, Donald Trump, que ambos países deben “eliminar todo tipo de perturbaciones”, incluyendo “sabotajes”, para que las relaciones vuelvan a la “senda correcta”.
En la conversación, Xi aseguró que el país asiático está siendo “sincero” y que el diálogo y la cooperación son “la única opción correcta” para ambos países, recoge la agencia estatal china Xinhua, que destaca que fue Trump quien solicitó la llamada.
El líder chino también afirmó que ambas partes tienen que “aprovechar al máximo” el mecanismo de diálogo económico y comercial establecido el mes pasado en Ginebra y “tratarse con igualdad, respetar las preocupaciones de la otra parte y buscar resultados beneficiosos para ambos”.
En ese sentido, Xi calificó de “paso importante” el acuerdo bilateral de pausas arancelarias alcanzado en Ginebra y que había servido para aliviar las tensiones comerciales entre ambas potencias.
“Fue un paso importante bienvenido por todos los sectores de los dos países y por la comunidad internacional. Además, probó que el diálogo y la cooperación son la manera correcta”, aseveró.
El mandatario agregó que Washington y Beijing deben “hacer buen uso” del mecanismo de consultas acordado, si bien avisó que China queda expectante a “si se hace lo que se dice”.
“Ahora que hay un consenso, ambas partes deben adherirse a él. China cumplió su parte tras las negociaciones de Ginebra. Estados Unidos debe reconocer los progresos realizados y dejar de tomar medidas negativas contra China”, afirmó.
También indicó que los dos países deben aumentar los intercambios en “asuntos exteriores, en comercio, en el campo militar, en aplicación de la ley y en otros sectores para aumentar el consenso y la cooperación y reducir los malentendidos”.
Tregua arancelaria entre China y EU
La llamada llega después de que ambos países pactaran una rebaja mutua de aranceles en mayo, si bien en los últimos días Beijing ha acusado a Washington de no cumplir el cuerdo alcanzado por poner en marcha medidas de “supresión extrema” como controles a la exportación de chips y la cancelación de visados a estudiantes chinos.
Por su parte, en EU acusan a China de bloquear nuevas licencias de exportación de tierras raras y otros componentes necesarios para semiconductores y automóviles.
Ambas potencias habían pactado una tregua arancelaria de tres meses por la que EU se comprometía a rebajar sus gravámenes del 145 % al 30 %, y China del 125 % al 10 % en un intento por abrir la puerta a un acuerdo más amplio.
Las crecientes fricciones comerciales se suman a un ambiente de desconfianza política y estratégica entre ambos países, reflejado también en los recientes cruces de declaraciones durante el foro de seguridad Shangri-La celebrado en Singapur, donde el jefe del Pentágono acusó a China de querer alterar el equilibrio en Asia.
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