Khan Yunis, Palestina.— Cuando los primeros autobuses de la Cruz Roja se abrieron paso lentamente entre la multitud a las puertas del Hospital Nasser de Khan Yunis, en el sur de Gaza, la gente se abalanzó sobre ellos. Entre besos y lágrimas, recibió a más de mil gazatíes a los que el ejército israelí detuvo durante los más de dos años de ofensiva en la Franja.

Desde las escaleras externas del hospital, aún con manchas negruzcas después de que Israel las bombardeara a finales de agosto, decenas de personas (entre ellas muchos niños) asomaron la cabeza para ver uno de los símbolos del final de la guerra que ha asolado sus hogares. “Me detuvieron en el Hospital Kamal Adwan (de Beit Lahia, norte de la Franja), fui el único periodista allí”, contó a EFE Islam Ahmed. A pesar de las ojeras oscuras y profundas que le atraviesan la mirada, se le escapaban sonrisas mientras explica su historia una vez de vuelta en Gaza.

“Sobre las condiciones de detención: Fueron muy miserables. ¡Los maltratos con golpes y la humillación no eran nada fáciles!”, explicó. Antes de su detención pesaba 106 kilogramos y ayer, cuando le pesaron antes de su puesta en libertad, 76.

Cuando la puerta de uno de los autobuses se abrió, lo primero que la multitud encontró fue uno de los presos desplomado en el suelo del vehículo. Los miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja lo sacaron en brazos y lo trasladaron corriendo al hospital.

Entre quienes lograron salir de los buses por su propio pie, había muchas diferencias. Había quienes lo hacían abrazados y acariciando a sus familiares, mientras que para otros el abrazo era más bien un apoyo, ya que no podían caminar bien. Algunos se subieron a los hombros de sus compañeros y aprovechan la altura para buscar a los suyos.

La mayoría estaban muy pálidos y su delgadez quedó oculta bajo los chándales grises que vestían, marcados en el pecho con el logo del Servicio de Prisiones de Israel.

Ahmed explicó que en su detención en diciembre del año pasado, durante el asedio al Hospital Kamal Adwan por parte del ejército israelí, también fue detenido el conocido director del centro: Hussam Abu Safiya.

El director de ese hospital se ha convertido en uno de los rostros entre los prisioneros gazatíes más conocidos, así como uno de los presos más preciados para Israel. A pesar de que los negociadores palestinos exigieron su inclusión en las listas de presos a liberar en los últimos días, Abu Safiya seguirá en prisión.

En total, Israel liberó este lunes a mil 968 presos palestinos, a cambio de los últimos 20 rehenes vivos retenidos por el movimiento islamista Hamas en Gaza.

“La administración penitenciaria israelí ha procedido a la liberación de los terroristas encarcelados, de conformidad con el acuerdo de devolución de los rehenes” en el marco del alto el fuego acordado entre Israel y Hamas, informó el servicio penitenciario en un comunicado.

Los presos liberados lucían abrumados por la alegría de encontrarse con sus familias.

“Es un sentimiento indescriptible, como volver a nacer”, declaró uno de los liberados, Mahdi Ramadan, flanqueado por sus padres, con quienes dijo que pasaría su primera noche fuera de la cárcel.

A unos pasos se abrazaban familiares, jóvenes lloraban y se apoyaban la frente unos contra otros. Algunos incluso se desmayaron por la emoción de volver a ver a sus seres queridos tras años, y en ocasiones décadas, en la cárcel. La muchedumbre también coreó en señal de celebración “Allahu akbar”, o “Dios es el más grande” en árabe.

Para Nur Sufan, de 27 años, la liberación significa ver por primera vez a su papá, Musa, encarcelado unos meses después de su nacimiento. “Es un momento muy bonito”, aseguró. Algunos camiones con ayuda humanitaria cruzaron también a Gaza, pero habitantes de Khan Yunis denunciaron que varios fueron saqueados por personas hambrientas. “Exigimos que la ayuda sea segura”, dijo un joven palestino a la AFP.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here