Minneapolis, Minnesota.- El hombre acusado de matar a una legisladora de Minnesota y de herir a otro fue a las casas de otros dos legisladores para intentar balearlos, dijo un fiscal federal.
Vance Boelter se entregó a la policía el domingo después de que lo encontraran en el bosque cerca de su casa tras una intensa búsqueda que comenzó temprano el sábado cerca de Minneapolis.
Boelter, de 57 años, fue acusado con cargos federales de asesinato y delitos de acoso. Ya se enfrenta a cargos estatales, incluyendo homicidio e intento de asesinato.
“Boelter planeó su ataque cuidadosamente” investigando a sus víctimas y sus familias y realizando vigilancia de sus hogares y tomando notas, dijo el fiscal Joe Thompson.
El fiscal señaló que era demasiado pronto para decir si el Departamento de Justicia pediría la pena de muerte, pero señaló que esa era una de las opciones de que disponía el gobierno en función de los cargos, por los que también puede ser condenado a cadena perpetua. Los cargos imputados en la querella criminal podrían ser modificados por los fiscales a medida que persiguen una acusación de un jurado investigador como requisito previo para llevar el caso a juicio.
“Este fue un ataque dirigido contra individuos que respondieron al llamado del servicio público”, dijo Alvin Winston, el agente especial a cargo de la oficina del FBI en Minneapolis. La búsqueda resultante, dijo, fue la mayor cacería humana en la historia del estado.
El macabro recorrido de Boelter comenzó con el tiroteo al senador estatal John Hoffman y terminó con el asesinato de la congresista Melissa Hortman y su marido, pero fue a otros dos domicilios, dijo Thompson.
Vestido con chaleco antibalas y una máscara de silicona, golpeó la puerta de la casa de un político en Maple Grove, un suburbio de Minneapolis, pero no encontró a nadie en casa, precisó.
A continuación, se dirigió a una vivienda en la localidad adyacente de New Hope, pero se marchó después de ver a un agente policial.
Las autoridades se negaron a nombrar a los otros dos legisladores a los que Boelter supuestamente acechó, pero que escaparon al daño. Pero estaba claro que los ataques estaban políticamente motivados, dijeron.
“Los detalles de los crímenes de Boelter son realmente escalofriantes”, estimó Thompson.