Roraima Ana Andriani, Representante Especial de la Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) ante la Unión Europea, destacó los estrechos vínculos financieros entre el tráfico ilícito de armas pequeñas y la oscura red del crimen organizado transnacional. Haciéndose eco de la preocupación por las tecnologías emergentes, afirmó que los delincuentes utilizan ahora la impresión 3D para fabricar «armas fantasma», que carecen de números de serie u otros identificadores. «Internet se ha convertido en una ferretería y un manual, donde los delincuentes pueden pedir piezas y encontrar instrucciones para construir armas baratas e indetectables», declaró.
También informó al Consejo Arnoux Descardes, Director Ejecutivo de la organización de la sociedad civil Volontariat pour le développement d’Haïti, quien describió un panorama desolador del impacto de las armas ilícitas. Se estima que actualmente circulan hasta 500.000 armas pequeñas en Haití, de las cuales solo unas 45.000 están registradas legalmente, y son ampliamente utilizadas por bandas que controlan casi todo Puerto Príncipe. Las pandillas suelen reclutar jóvenes para cometer robos, secuestros, ejecuciones y otros delitos graves. “La situación de seguridad se ha deteriorado hasta tal punto que […] las familias haitianas están desesperadas”, afirmó.
Tras señalar que Haití no fabrica armas —todas se importan de otros países— declaró: “El tráfico ilícito de armas no solo es una fuente de violencia, sino que también agrava exponencialmente las crisis de Haití”. La inestabilidad política sigue obstaculizando la capacidad del Gobierno para controlar el flujo de armas, añadió, y agradeció al Consejo la prórroga del embargo de armas destinado a impedir que grupos no estatales en Haití adquieran armamento, así como su reciente decisión de crear una Fuerza de Supresión de Pandillas en el país.
“Armas fantasma” y tráfico en línea intensifican la urgencia de los esfuerzos de control de armas
A lo largo del debate, los delegados hicieron hincapié en la necesidad de frenar el desvío de armas a manos de pandillas, redes criminales y grupos terroristas. Muchos aportaron ejemplos nacionales y regionales de buenas prácticas, mientras que varios solicitaron una mayor acción en partes del mundo —desde América Latina hasta Ucrania y vastas zonas de África— donde el flujo de armas está teniendo los impactos más graves.
«África sigue lidiando con las devastadoras consecuencias del tráfico ilícito de armas», declaró el representante de Argelia, quien, junto con el representante de Somalia, destacó las vulnerabilidades únicas del continente, como las fronteras impuestas artificialmente y los espacios sin gobierno que son explotados por actores criminales. «Los desafíos que enfrentamos hoy se han vuelto más complejos», añadió, haciéndose eco de otros —incluidos los representantes de Grecia, Pakistán y el Reino Unido— que expresaron su preocupación por la aparición de armas impresas en 3D y la circulación en línea de planos digitales para la fabricación de armas.
El delegado de la República Democrática del Congo afirmó que la afluencia de armas y municiones en zonas de conflicto sigue afectando gravemente a la región oriental de su país. El Secretario General afirmó que continúan las persistentes violaciones del embargo de armas de la ONU e instó a los miembros del Consejo a desmantelar todas las redes que lo infringen y a garantizar que los países cuenten con la financiación necesaria para contrarrestar el desvío de armas a grupos no estatales.
Por su parte, la delegada de Ucrania declaró que el tráfico ilícito de armas sigue representando una enorme amenaza en el contexto de la “guerra de agresión de Rusia” en su país. Condenó a Irán y a la República Popular Democrática de Corea por la transferencia ilegal de drones, misiles y municiones a los combatientes de la Federación Rusa, “en flagrante violación de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”, y exigió que se rindan cuentas por todos aquellos que violan los embargos de armas de la ONU.
“Colombia conoce de primera mano las devastadoras consecuencias del comercio ilícito de armas pequeñas y ligeras”, afirmó el representante de ese país, quien acogió con beneplácito las propuestas del último informe del Secretario General, cuyo objetivo es avanzar hacia un enfoque más humanista de la paz y la seguridad. Con base en su experiencia, Colombia mantiene un firme compromiso con la labor de la Primera Comisión de la Asamblea General (Desarme y Seguridad Internacional) y con los esfuerzos conexos de control de armas.








