Por Cesar Huerta

Ozzy Osbourne subió por última vez a un escenario tras más de cinco décadas de carrera. Él, todo de negro, lo mismo que el trono de murciélago sobre el que se sentó para mirar al público del Villa Park en Birmingham que se rindió ante él.

Como buenos súbditos, sin órdenes de él de por medio, le aplaudieron y vitorearon, como si con el hecho de que no lo hicieran se hicieran merecedores de un castigo mortal.

Y claro, razones había. Frente a ellos estaba la leyenda de 76 años que pasará a la historia, ciertamente por su música, pero ¿quién no recordará la vez que en un concierto le arrancó la cabeza de una mordida a un murciélago, que alguien le aventó, pensando que era de goma, dándose cuenta de su error cuando la sangre le llenó la boca?.

“Es genial estar en este maldito escenario, no tienen idea”, dijo tan pronto vio a la cara los más de 40 mil asistentes.

Su llegada no podía ser algo lejano a su personalidad, la cual no ha sido afectada por el Parkinson que le fue detectado desde hace seis años.

Pero como no puede caminar, llegó al escenario gracias a una plataforma escondida en el escenario y sobre el cual se montó el trono con ruedas, con él arriba. Los coros del tema “Carmina Burana” fueron el marco perfecto para su llegada y pretexto para la ovación.

La voz intacta, el maquillaje dark igual, con sus ojos rodeados de maquillaje negro y escudriñando entre el público como hace un sacerdote al oficiar una misa dominical.

“¿Están listos?, qué empiece la locura”, clamó el cantante.

“I don’ know”, fue la primera de su participación como solista, para luego seguir con “Mr Crowley” y “Suicide solution”, acompañado en ambos por los músicos Tommy Clufetos, Mike Inez, Adam Wakerman y Zakk Wylde.

“Estuve en cama durante seis años, gracias de todo corazón”, dijo como preámbulo a “Mama, I’m comming home” y en medio de coros de “Ozzy, Ozzy, Ozzy”.

La jornada del llamado masivo “Back To The Beginning”, con la participación de más de 10 bandas entre ellas Metallica, Pantera y Tool fue larga, se pudo observar en la página oficial del evento, previo pago.

La transmisión no fue en vivo, sino que para evitar problemas técnicos llegaba a los hogares con poco más de una hora de diferencia. Aún así, durante la participación de Alice in Chains falló el audio, quedándose en silencio durante algunos minutos y usuarios de la página se quejaban el chat porque también el video experimentó congelamientos.

Fue la última vez que Osbourne subió al escenario y no podía dejar de hacerlo con Black Sabbath, la agrupación con la que alcanzó la fama internacional en los 70s.

Tras su aparición en solitario, el inglés recibió a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, alineación original del grupo, con los que no se reunía desde hace dos décadas.

Las redes sociales estallaron cuando asistentes al estadio comenzaron a subir videos del reencuentro, con Ozzy en el escenario, sentado, cantando como en sus mejores tiempos, sin extrañar el despliegue de energía que hacia de un lado a otro.

Desde el trono cantó con sus excompañeros “War pigs”, “Iron man” y la clásica “Paranoid”, quizá su canción más emblemática que marcó de energía a toda una época y que ahora, fue la elegida para dar el cerrojazo a una carrera en vivo de más de cinco décadas.

El concierto estará disponible en la página oficial del evento por los próximos dos días.

rad

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