Washington, D.C.— El presidente estadounidense, Donald Trump, exigió ayer a Irán una “rendición incondicional”, y advirtió que la paciencia “se agota”, poco antes de reunirse con su Consejo de Seguridad Nacional para evaluar la situación en Oriente Medio.
Medios estadounidenses señalaron que Trump evalúa implicarse en el conflicto entre Israel e Irán y que podría apoyar al primero con un eventual ataque contra la planta nuclear subterránea iraní de Fordow.
Por lo pronto, el Pentágono envió a Europa unas tres docenas de aviones de reabastecimiento que podrían utilizarse para ayudar a los cazas que protegen las bases y el personal estadounidenses en Medio Oriente, informó The New York Times. De acuerdo con funcionarios estadounidenses, el portaaviones Nimitz se dirige a Medio Oriente.
El Times también señaló que Irán ha preparado misiles y otros equipos militares para atacar las bases estadounidenses en Medio Oriente en caso de que Estados Unidos se una a la guerra de Israel. Otros funcionarios dijeron que en caso de ataque, Irán podría comenzar a minar el Estrecho de Ormuz, a fin de inmovilizar los buques de guerra estadounidenses en el golfo Pérsico.
Por la mañana, Trump dijo que “nuestra paciencia se está agotando;” insistió en que no busca un cese el fuego entre Israel-Irán, sino un “verdadero final” del conflicto. “Deberían haber hecho el trato. Les dije, ‘hagan el trato’”, declaró Trump a los periodistas en el Air Force One que lo trasladó de regreso de Canadá a Washington. “Así que no sé. No estoy muy dispuesto a negociar”.
Por ello, exigió, en una publicación en su red, Truth Social, la “reindición incondicional” de Irán.
También hizo referencia al líder supremo de Irán, el ayatola Ali Khamenei. “Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un objetivo fácil, pero está seguro ahí. No vamos a eliminarlo [¡matarlo!], al menos no por ahora. Pero no queremos misiles disparados a civiles o soldados estadounidenses”, advirtió. Aseguró más tarde que Estados Unidos “controla” los cielos de Irán.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y Trump sostuvieron una llamada telefónica, informó el diario Times of Israel, citando a un funcionario israelí. Netanyahu dijo que ha hablado con Trump casi todos los días desde que estalló el conflicto la semana pasada.
Los comentarios cada vez más belicosos de Trump hacia el gobierno iraní se producen después de que instara a los 9.5 millones de residentes de Teherán a abandonar la capital iraní mientras acortaba su visita a la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, para regresar a Washington.
La opción más probable que baraja Trump, señalan medios, sería el uso de gigantescas bombas estadounidenses bunker-buster contra Fordow, al que el armamento de Israel no puede llegar.
La única bomba convencional que podría destruir las instalaciones nucleares subterráneas de Irán, la GBU-57, es una de las principales herramientas estratégicas del arsenal de EU. Su ojiva antibúnker de 13 toneladas, que Israel no posee, es capaz de perforar decenas de metros bajo la superficie antes de explotar. Washington ha reposicionado sus buques de guerra y aviones en la región para responder si el conflicto entre Israel e Irán se intensifica más.
Los bombardeos de Israel han dejado al menos 224 muertos en Irán, según las autoridades, entre ellos los jefes de los Guardianes de la Revolución y del Estado Mayor del ejército, así como nueve científicos del programa nuclear. En Israel han fallecido 24 personas, según Netanyahu. La agencia semioficial iraní Mehr News aseguró que Irán utilizó misiles supersónicos Fattah contra Israel. Medios de EU señalaron que no podían confirmar la versión. Khamenei publicó en redes sociales lo que sonó a una amenaza a Israel: “Comienza la batalla”.
El ejército israelí afirmó que mató en un bombardeo nocturno a Ali Shadmani, al que identificó como jefe del Estado Mayor en tiempos de guerra y comandante militar de mayor rango, cercano al líder supremo en el cargo desde 1989. Shadmani fue abatido cuatro días después de asumir el cargo en reemplazo de Golam Ali Rashid, fallecido en un bombardeo israelí. Israel informó además de “numerosos ataques de envergadura” contra objetivos militares en el oeste de Irán, incluyendo “decenas” de lanzamisiles, según el ejército. Se reportaron ataques renovados en la zona donde se encuentra la planta nuclear de Isfahán, ya atacada antes por Israel, igual que Natanz.
“Netanyahu hace el trabajo sucio”
La televisión estatal de Irán anunció una nueva ola de ataques contra Israel. Los Guardianes de la Revolución señalaron haber atacado un centro del servicio de inteligencia exterior de Israel, en Tel Aviv. El ejército israelí aseguró en un comunicado que interceptó la mayoría de los misiles lanzados por Irán y que activó brevemente una alerta roja en la zona de Dimona, donde se encuentra la central nuclear en el sur de su territorio.
El jefe del gobierno alemán, Friedrich Merz, expresó que “este es el trabajo sucio que Israel está haciendo por todos nosotros. También somos víctimas de este régimen. Este régimen clerical ha traído muerte y destrucción al mundo”, en una entrevista con la emisora ZDF.
Irán acusó al foro de las siete economías más industrializadas de tener una visión sesgada. China acusó a Trump de “avivar las llamas, echar leña al fuego”. El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró en el G7 que cualquier intento de cambiar el régimen en Irán generará “caos”.