Charles Kirk, de 31 años, era digno heredero del ala más radical del movimiento Make America Great Again (MAGA): antiaborto, antiinmigrante, defensor del derecho a portar armas, megáfono de las falsas teorías sobre un fraude electoral en 2020, sobre el Covid-19 e incluso sobre los migrantes comiéndose a las mascotas de los estadounidenses.
Sus posturas políticas, como ocurre con las de su mentor, el presidente Donald Trump, encontraron eco en parte de la juventud estadounidense, mientras otra parte las repudiaba. Kirk se volvió muy cercano a Donald Trump Jr., quien ayer dijo haber perdido a “un hermano”,
En Turning Point, la organización que fundó en 2012, cuando apenas tenía 12 años, Kirk encontró el foro que necesitaba para expandir sus ideas en los campus universitarios estadounidenses, donde organizó mítines y mesas de debate para contrarrestar lo que consideraba una visión izquierdista que, decía, se estaba imponiendo a los jóvenes. Famoso por sus eventos “Demuestra que estoy equivocado”, donde debatía con quienes rechazaban sus afirmaciones, MAGA vio en él al referente juvenil conservador que necesitaba para atraer a los jóvenes y se convirtió en una figura usual en las campañas de Trump en 2020 y 2024.
Casado con una ex-Miss Arizona, y con dos hijos, Kirk aprovechó Turning Point para sacar a las calles a jóvenes conservadores como él a pedir el voto para Trump en los estados indecisos. También invirtió recuros económicos en la campaña. Su estilo le abrió espacio entre los medios y las redes sociales. En sus eventos atraía multitudes.
Ahí, repetía mantras como que “tener hijos es más importante que tener una buena carrera”.
Cristiano conservador, usó su influencia para hablar en contra de la comunidad LGBT. Ayer mismo, en el evento en la universidad de Utah Valley, era cuestionado sobre cuántos tiroteos han sido perpetrados por personas trans, en momentos en que medios conservadores repiten la falsa teoría de que la mayoría de los tiroteos han sido obra de trans. La respuesta de Kirk, como en muchos otros cuestionamientos, fue: “demasiados”.
Con esa misma seguridad afirmó en la campaña la fake news de que los migrantes haitianos comían gatos y perros en Ohio, que luego Trump recuperó.
Sobre el aborto, decía que había que “abolirlo, de la misma manera que abolimos la esclavitud”, e incluso consideró peor abortar que ser esclavo. Defendió el derecho de portar armas al punto de decir que las muertes en tiroteos son el “desafortunado” precio que hay que pagar con tal de mantener la Segunda Enmienda.
Bajo su mando, Turning Point se convirtió en una organización clave que mantiene presencia en cientos de universidades y escuelas. Medios como ProPublica denunciaron declaraciones financieras engañosas de la institución y el enriquecimiento de Kirk desde que comenzó a apoyar a Trump. Para 2020, indicó, ganaba más de 320 mil dólares anuales (más de 5 millones de pesos). Redacción y agencias