Ciudad de México.- Apenas subió la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo al templete para presentar su cierre de informe por su primer año de gobierno, y el Zócalo se fundió en aplausos, gritos, papelitos verde, blanco y rojo. La celebración fue casi total, con apenas algunas protestas dispersas entre el público y los inevitables apachurrones de la multitud.

Rodeada de los y las integrantes de su gabinete, sin sus secretarios Marcelo Ebrard ni Omar García Harfuch por compromisos previamente adquiridos, la presidenta celebró los programas sociales, la disminución de la pobreza de 13.5 millones de mexicanos, las modificaciones a la Constitución y la reducción de los homicidios, entre otros logros.

Las ovaciones se elevaron cuando expresó que quien traicione y robe al pueblo enfrenta la justicia. “El poder no es para enriquecerse, es para servir con humildad”, dijo ante miles de asistentes al Zócalo capitalino.

“Vamos por el camino correcto, aquí estamos, de pie, con la fuerza de nuestra historia, con el orgullo de nuestro presente y con la esperanza de nuestro porvenir”, declaró entre más y más aplausos.

Frente a la titular del Ejecutivo federal, en las primeras filas, escuchaban el mensaje los legisladores Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, y la diputada morenista Hilda Araceli Brown, protagonistas de recientes debates en la arena política.

Entre las lonas desplegadas en el Zócalo destacaron mensajes en favor de la transparencia y el combate a la corrupción: “Extinción de dominio a servidores públicos que se enriquezcan con recursos del Estado y del crimen organizado”.

Un Gerardo Fernández Noroña corrió para ocupar su lugar, porque llegó tarde, antes de que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo comenzara a hablar.

También se observaron banderas lilas y blancas con la imagen de Batman, como si fuera un llamado al rescate de México.

Ante Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, Claudia Sheinbaum reconoció la figura y el legado del expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Negó que se separe del expresidente tabasqueño, porque comparten valores, honestidad, justicia y amor a las personas mexicanas.

“¡No al nepotismo!”, expresó ante los hermanos Monreal.

Aprovechó su discurso para acusar la deuda maldita y corrupta del neoliberalismo. La oposición no escapó de sus críticas. Café y chocolate del Bienestar no se dejaron de mencionar.

También le dio un llegue a los empresarios que no pagan impuestos:

“Su objetivo (de la Ley de Amparo) es hacer la impartición de justicia más rápida, más expedita, garantizar la pronta actuación frente al lavado de dinero y evitar que el amparo se vuelva resguardo, de por vida, de los potentados grandes que no quieren pagar sus impuestos”.

Una ola naranja “Fosfo, Fosfo”, que no eran militantes de Movimiento Ciudadano, acapararon gran espacio del Zócalo. Provenía de los y las docentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que aplaudieron cada acción en favor del magisterio.

Recalcó que bajo ninguna circunstancia aceptará intervención desde el extranjero y que defenderá la soberanía de México.

“Somos un país libre, independiente y soberano”, recalcó al alzar la voz. Unos cuantos apachurrados se movían entre los embudos de gente que de repente se aglomeraban en el Zócalo.

Protección Civil y paramédicos observaban el evento.

Las protestas pro Palestina también se hicieron presentes. Integrantes de la Global Movement to Gaza a México exigieron, con una gran manta y bombas de humos verde y rojo, protección para los seis connacionales detenidos por autoridades israelíes.

En México no se reprime, no se usa la fuerza del Estado, se respetan los derechos humanos. Se practica la mayor libertad de la historia, no existe la censura y los tres Poderes son electos por el pueblo, gritó la presidenta Claudia Sheinbaum.

Como lo hizo el sábado en Veracruz, volvió a reconocer a los secretarios de Marina y Defensa, general Ricardo Trevilla Trejo y almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles.

“Vamos por el camino correcto”, comentó al cierre de su mensaje.

“No les voy a fallar. Mi compromiso es con el pueblo y sigue siendo entregar mi alma, mi vida y lo mejor de mí misma por el bienestar del pueblo de México. Mi compromiso es defender a la patria.

“Mi compromiso con ustedes, el ser una Presidenta que sea a la altura de la generosidad y la grandeza de nuestra historia y del pueblo de México. ¡Qué viva la dignidad del pueblo de México! ¡Qué viva México libre, independiente y soberano! ¡Qué viva por siempre México! ¡Que México! ¡Que viva México!”, cerró la presidenta su primer año de gobierno.

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