Por Edgar Luna
Monterrey volvió a las andadas. Los Rayados volvieron a mostrarse como un equipo lleno de figuras, pero falto de ideas. Con muchos nombres, pero con pocas muestras de calidad, de templanza, de amor propio.
Los Rayados cayeron 3-2 ante el Cincinnati y ponen en serio peligro su clasificación a la siguiente fase del torneo.
El equipo de Domenec Torrent mostró poca ambición ante el cuadro de la MLS, que si bien, no fue el más dominante, sí fue el que intentó un poco más… Sólo un poco más.
El brasileño Evander se adentró en el área rayada. Se quitó con facilidad la marca de Sergio Ramos y Víctor Guzmán, arrastró hasta el centro a Stephan Medina y fusiló con un tiro potente a Luis Cárdenas (30’).
Gol que no despertó a Rayados, con jugadores que peleaban su lucha personal. La muestra está en Sergio Canales, quien harto de no encontrar socio, arrancó desde la banda derecha, se quitó a todo aquel quien se puso a su paso para, antes de entrar al área, sacar un disparo flojo, que rebotó en una pierna y hasta en un brazo de los zagueros, lo que provocó que el balón pegara en el poste y se alojara en el fondo de la portería (44’).
Y con el empate, la apatía regia regresó. Cincinnati adelantó sus líneas y anotó el segundo por obra de Luca Orellano. Gol que pudo marcarse como fuera de lugar (56’). Monterrey trató de rescatar lo perdido, y lo que encontró fue el tercero en su contra, obra del checo Bucha (90).
Ya en tiempo de compensación, Germán Berterame anotó el que dio mínimas esperanzas.