Por Víctor Hernández

Desolación, resentimiento, revancha, tristeza, drogas, modernidad… así es el recorrido de Bob Dylan por la autopista 61, donde se nutrió de las raíces del blues y la literatura estadounidense para arrojar una obra clave de la música popular: el “Highway 61 Revisited”, disco que incluye la trascendental “Like a Rolling Stone”, una de las mejores canciones de rock de todos los tiempos.

Escritores de la generación beatnik, como Jack Kerouac, Allen Ginsberg, William Burroughs y Neal Cassady, fueron influencia directa en las letras del Dylan “electrificado”, señala la profesora Penélope Montoya Montelongo, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.

En ese 1965, señala la especialista en literatura, Kerouac publicó su libro “Desolation Angels”, y es imposible no eludir la referencia a “Desolation Row”, o a “Just Like Tom Thumb’s Blues”, donde el narrador se encuentra “perdido bajo la lluvia en Juárez”, y se cruza con drogas, prostitutas y policías corruptos, pero incluso en ese ambiente tan sombrío, el cantante puede decir “ya tuve suficiente, me regreso a Nueva York”, justo lo que varios escritores de la generación beat vivieron en México.

La fascinación de ese grupo de escritores por México fue importante para sus textos; al país lo consideraban un sitio exótico, permisivo, atrasado, con autoridades corruptas, donde conseguían drogas, mujeres, anonimato; era un lugar que les permitía huir del conservadurismo estadounidense que les castigaba sus adicciones o sus preferencias sexuales, y en el cual podían sobrevivir con poco dinero a la vez que trataban de “encontrase espiritualmente”, explica la profesora Montoya.

Y eso fue clave en el viraje de Dylan, al abandonar las canciones de protesta y presentar letras más crípticas y poéticas; también fueron importantes para él otros escritores tanto estadounidenses como franceses, aunque, aclara la especialista, es complejo tratar de establecer a ciencia cierta lo que pensaba en ese momento el cantautor originario de Duluth, Minnesota, pues su obra es inagotable en cuanto a su interpretación, como lo es “Ballad of a Thin Man”, donde habla del enigmático Mr Jones y menciona a F. Scott Fitzgerald.

En cuanto a la música, Dylan dejaba en claro que el folk había quedado atrás; en marzo de 1965 había lanzado su “Bringing It All Back Home”, donde la cara A era totalmente electrificada; después vendría el “Highway 61 Revisited” y su trinidad musical concluiría con “Blonde and blonde” (1966), considera el experto musical Arturo Espinoza.

Dylan, quien siempre rehuyó a las etiquetas, mostraba que el rock empezaba a madurar y podía ser poesía y también contar historias más allá de una balada romántica. “Like a Rolling Stone” es una muestra clara, señala Espinoza, quien es Director de Contenidos del sitio elcirculobeatle.com, donde conduce un programa de radio.donde la canción es una historia completa, digna de cualquier escritor de renombre.

“Like a Rolling Stone” fue lanzada como sencillo el 20 de julio de ese año y lo sorprendente fue no sólo su lírica dura e incisiva contra alguien que era orgullosa y ahora lo perdía todo, sino su sonido moderno con un órgano eléctrico que se convirtió en uno de los recursos más usados en los 60, además de su duración: 6:09 minutos, algo impensado para cualquier single en esos años.

Con esa canción, Dylan mostraba al mundo entero que los rockeros podía tener un hit de larga duración, que no tenían por qué sujetarse a los dos-tres minutos que exigían las disqueras y las estaciones de radio para las canciones pop, y que el límite era su creatividad.

Esa misma canción fue la que eligió para abrir el Highway 61 Revisited, punta de lanza que sacudió a algunos de sus seguidores que se vieron sorprendidos en el Festival Folk de Newport de 1965, rememora el especialista, mismos que abuchearon en ese y otros conciertos a Dylan, quien nunca buscó ser “el portavoz de una generación”, sino un músico que deseaba grabar sus canciones y escucharlas por la radio, como él mismo menciona en el discurso que envió con motivo de la aceptación del Premio Nobel de Literatura de 2016.

Datos

*Highway 61 Revisited fue lanzado el 30 de agosto de 1965

*Like a Rolling Stone dura 6:09 minutos

*Fue Al Cooper que improvisó un riff con el órgano que le dio su sello característico a la canción

*El 20 de julio publicó Like a Rolling Stone y el 25 de julio se presentó en el Festival Folk de Newport, donde algunos asistentes lo abuchearon por tocar instrumentos eléctricos.

*Tom Wilson fue el productor de Like a Rolling Stone

*Bob Johnston fue el productor del resto de las 8 canciones del Highway 61 Revisited

*Bob Dylan describió en 1966 a Like a Rolling Stone como un “largo vómito”, en entrevista con Nat Hentoff

*La autopista 61 parte de la frontera estadounidense con Canadá -cerca de su natal Duluth, Minnesota- hasta Nueva Orleans, “la ruta del blues rural” que recorrió el mismo Bob Dylan.

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