Aún con la política arancelaria estadounidense, las exportaciones mexicanas podrían registrar un crecimiento durante la administración de Donald Trump que lo mantendrán como el principal proveedor del mercado del vecino país del Norte.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) con base en el Laboratorio de Presupuesto de Yale, se espera que México sea el proveedor de 19 dólares de cada 100 dólares que importa Estados Unidos, lo que significa un crecimiento, ya que a junio pasado representó 16.4 dólares de cada 100.

“Se prevé que el país mantenga su posición como primer socio comercial y crezca su porcentaje de mercado en Estados Unidos hasta alcanzar el 19% de las importaciones en dicho país en los próximos tres años”, dijo el presidente ejecutivo del Comce, Sergio E. Contreras Pérez.

Canadá también ganará espacios como proveedor, ya que de 13% en este 2025 se espera suba a 17%. En contraste, China perderá su porcentaje de participación del 2025 al 2028 de 14% a 8%.

Comentó que México posee la menor tarifa arancelaria efectiva con 10%, le sigue Canadá con 13% y China con 27.9%.

Contreras Pérez dijo que “Canadá ha presentado la mayor parte del daño causado por los aranceles de Estados Unidos, con una contracción de -2.5% en su economía a largo plazo en términos reales (lo que refleja tanto los aranceles estadounidenses como las medidas de represalia canadienses vigentes). La economía de China será -0.2% más pequeña”.

Para la economía mexicana el impacto será favorable con un crecimiento de 0.09 puntos porcentuales a largo plazo, equiparable a la de la Unión Europea.

El presidente ejecutivo del Comce dijo que aún con los aranceles, “lejos de frenar la economía nacional, podrían favorecerla gracias a su posición en la cadena productiva regional y a las preferencias del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”.

Añadió que Reino Unido es el único país que registrará un mejor porcentaje “con un crecimiento proyectado de 0.2%, gracias en parte a los beneficios del acuerdo comercial entre Estados Unidos y el Reino Unido”.

Sobre la próxima revisión del T-MEC, Contreras Pérez dijo que México llegará con tres ventajas “ser el principal proveedor esencial para el sistema industrial y de manufactura estadounidense, el mercado número uno para las principales exportaciones agrícolas de dicho país y, además, poseer una posición estratégica que le permita sentarse a la mesa en condiciones de pares con Estados Unidos, su principal socio comercial”.

Consideró que las industrias estadounidenses y mexicanas son complementarias y se necesitan entre ellas para competir con éxito en los mercados internacionales.

Sin embargo, dijo que esa ventaja “no implica ausencia de riesgos”, por lo que debe buscarse la diversificación de mercados, optimizar sus cadenas de valor y cumplir estrictamente con reglas de origen y estándares internacionales, a fin de apegarse a las reglas del T-MEC.

desa/mgm

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