En un contexto de rápido aumento del gasto militar, redes de tráfico cada vez más sofisticadas y la aparición de tecnologías como las armas impresas en 3D, altos dirigentes de las Naciones Unidas y de la sociedad civil instaron hoy al Consejo de Seguridad a adoptar medidas más enérgicas para frenar el flujo sangriento y desestabilizador de armas pequeñas y ligeras.

«Hay más de mil millones de armas de fuego en circulación en todo el mundo», declaró el Alto Representante Adjunto para Asuntos de Desarme, Adedeji Ebo. «Su continua proliferación es tanto un síntoma como un factor determinante de las múltiples crisis de seguridad que afronta nuestro mundo». Tras presentar el último informe bienal del Secretario General y citar varios avances importantes a nivel internacional y regional (documento S/2025/670), afirmó que, no obstante, persisten importantes desafíos.

El comercio ilícito y la financiación clandestina alimentan el terrorismo y el crimen organizado

En particular, señaló que el comercio ilícito y el uso indebido de armas pequeñas y ligeras alimentan la violencia, el terrorismo y el crimen organizado, como se observa en las persistentes violaciones del embargo de armas en Libia, Yemen, Haití y otros lugares. Las armas desviadas de los arsenales nacionales, o en cualquier punto de la cadena de suministro, pueden terminar en manos de grupos no estatales. Las armas fabricadas ilícitamente y las producidas artesanalmente, como las impresas en 3D, también se encuentran disponibles en numerosos mercados negros.

Tras señalar que la compra de armas ilícitas por parte de la población suele ser un síntoma de mala gobernanza, afirmó que la debilidad de los mecanismos de seguridad pública y la limitada capacidad del Estado a menudo impulsan a las comunidades a armarse para protegerse o defenderse. Sin embargo, “con demasiada frecuencia se convierten en instrumentos de sufrimiento humano cuando se utilizan sin un control efectivo”. Tan solo en 2024, se registraron al menos 48.000 muertes de civiles relacionadas con conflictos armados con armas pequeñas, lo que representa un aumento del 40 % con respecto a 2023.

Mohamed ibn Chambas, Alto Representante de la iniciativa “Silenciar las Armas” de la Unión Africana, coincidió en que las armas pequeñas y ligeras ilícitas “no causan guerras por sí solas, pero pueden alimentarlas, prolongarlas y generar consecuencias devastadoras”. “Mientras nos reunimos hoy, estas armas se utilizan para desatar una violencia y un sufrimiento atroces en la región de Darfur, en Sudán”, donde las atrocidades “bien podrían constituir una limpieza étnica”, recalcó.

Desde el Sahel hasta la costa de África Occidental y la región de los Grandes Lagos, afirmó que el flujo ilícito de armas pequeñas alimenta el terrorismo, el crimen organizado y los conflictos violentos. La Estrategia de la Unión Africana para el Control de la Proliferación, Circulación y Tráfico Ilícitos de Armas Pequeñas y Ligeras proporciona un marco continental coherente alineado con la Agenda 2063 del bloque, afirmó, destacando otras iniciativas pioneras en el continente. «Silenciar las armas no es simplemente una aspiración, sino un imperativo para la paz, la justicia y el desarrollo sostenible», concluyó.

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