— Cobertura especial de Reportes365, desde Allianz Field.

Minnesota vivió una de esas tardes que quedarán grabadas para siempre en la historia del deporte local. El sábado 10 de mayo, el Allianz Field fue testigo de un espectáculo inolvidable: el equipo de los Loons derrotó con autoridad al Inter Miami de Lionel Messi por 4-1, en una jornada marcada por el buen juego, la emoción y un ambiente de fiesta total.

Key points del partido:

El ambiente fue único. Miles de fanáticos colmaron el estadio, muchos de ellos luciendo la camiseta número 10 de Messi. El Midway se transformó en un punto de encuentro entre culturas, generaciones y pasiones, con conciertos y actividades que convirtieron el día en un verdadero festival deportivo.

Arranque demoledor de Minnesota. Bongokuhle Hlongwane abrió el marcador y Anthony Markanich amplió la ventaja antes del descanso, aprovechando errores defensivos de Miami y mostrando la intensidad de un equipo que salió a presionar desde el primer minuto.

Messi marcó, pero no alcanzó. El astro argentino descontó apenas comenzado el segundo tiempo, haciendo ilusionar a los hinchas visitantes. Pero la esperanza duró poco: un gol en contra de Marcelo Weigandt y un bombazo de Robin Lod terminaron por sellar la goleada.

Mascherano reconoció la superioridad del rival. El técnico de Inter Miami fue claro: “El tercer gol nos mató. Sabíamos que Minnesota no perdona”.

Un Messi cercano y generoso. Joaquín Pereyra y Nicolás Romero, jugadores argentinos de Minnesota United, le contaron a la cámara de Reportes365.com que nunca imaginaron compartir una cancha con Messi. “Lo más increíble fue su trato humano. Durante los 90 minutos nos habló con respeto y cercanía. Fue como si nos conociera de toda la vida”, expresaron conmovidos. Un gesto que demuestra que la grandeza de Messi también se mide por su humildad.

Eric Ramsay, orgulloso de su equipo. El entrenador de los Loons declaró: “Fue un día fenomenal para el club. Todos despertamos soñando con una tarde así, y se dio exactamente como lo imaginamos”.

¿Y ahora qué?

Minnesota United no solo sumó tres puntos vitales, sino que se consolidó en el segundo lugar de la tabla de su división en la MLS. El equipo juega bien, tiene identidad, y ahora también tiene confianza. La ciudad lo sabe, los jugadores lo sienten, y el sueño está más vivo que nunca: los Loons van por más.

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