Por Carlos Arrieta
Morelia, Michoacán.- Un grupo de personas que se manifestaba esta noche en Apatzingán, Michoacán para protestar por los asesinatos del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y el líder limonero, Bernardo Bravo, quemó el Palacio de Gobierno del municipio.
Los manifestantes se concentraron en la plaza principal del municipio y gritaban consignas en contra del gobierno y las autoridades estatales.
En un momento, algunas personas empezaron a lanzar piedras contra las ventanas del palacio de gobierno y luego un grupo abrió la puerta entre patadas y empujones, rompieron mobiliario y prendieron fuego.
Al final, también rompieron los adornos por el Día de Muertos y los quemaron junto con la ofrenda.
La policía no estuvo presente.
Avances en la investigación
El pasado primero de noviembre, Carlos Alberto Manzo Rodríguez fue asesinado durante la inauguración del Festival de Velas.
De acuerdo con la información proporcionada por el Gabinete de Seguridad, el alcalde de Uruapan recibió dos impactos de bala en el abdomen y uno en el brazo, por lo que fue trasladado a un hospital de la región, donde falleció horas después.
Este lunes, el gobernador del estado, Alfredo Ramírez Bedolla, advirtió que, si bien es cierto que el agresor de Carlos Manzo fue abatido en el lugar de los hechos, existe un actor intelectual y grupos criminales que podrían estar implicados en el caso.
Además, el fiscal de Michoacán, Carlos Torres Piña, presentó el avance de la investigación, donde señaló que el ejecutor del atentado se hospedó en un hotel ubicado en el centro de la ciudad, alrededor de las 16:00 horas.
Además, comentó que el agresor abatido podría tener entre 17 y 19 años de edad, que dio positivo a pruebas de presencia de drogas y que no portaba una credencial que mostrara su identidad, por lo que no ha sido identificado, pero cuenta con tatuajes en diversos partes del cuerpo.
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