Las Vegas, Nevada.– “Por favor, vengan. Los amamos, los necesitamos y los extrañamos”. Con esas palabras, la alcaldesa de Las Vegas, Shelley Berkley, hizo un llamado desesperado a los visitantes extranjeros —en especial a los canadienses, su principal mercado internacional— ante la caída sostenida del turismo que enfrenta la capital mundial del entretenimiento.

La advertencia no es menor: julio marcó el séptimo mes consecutivo de descenso interanual en el número de visitantes, con 3.2 millones de turistas, un 12% menos que el año anterior, según datos de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas (LVCVA). La baja coincide con una tendencia nacional: de enero a mayo de 2025, Estados Unidos recibió 2.4% menos visitantes internacionales que en el mismo periodo de 2024, de acuerdo con cifras del Departamento de Comercio.

El termómetro del consumo estadounidense

Para los economistas, Las Vegas es un barómetro de la economía estadounidense. “Lo que pasa aquí refleja el pulso del país, porque dependemos del gasto discrecional”, explica Andrew Woods, director del Centro de Investigación Económica de la Universidad de Nevada. En la ciudad, uno de cada cuatro empleos está ligado al ocio y la hospitalidad, sectores que aportan más de la mitad del presupuesto estatal.

El panorama actual muestra una desaceleración clara: la ocupación hotelera bajó varios puntos porcentuales respecto al año pasado, y el aeropuerto internacional Harry Reid reportó en julio 287 mil pasajeros menos que en 2024. Los videos de turistas mostrando terminales vacías se han vuelto virales.

Factores internos y externos

Las autoridades y analistas apuntan varias causas. Por un lado, la incertidumbre económica y la inflación han modificado el comportamiento de los viajeros estadounidenses, que gastan menos por temor a una recesión. La Reserva Federal redujo las tasas de interés en septiembre para estimular la economía, pero el empleo se ha enfriado y los consumidores son más cautelosos.

Por otro lado, la percepción de que “ya no hay gangas” en Las Vegas también pesa. “La ciudad dejó de ser un destino accesible. Todo tiene tarifas extra y los precios se dispararon”, lamenta la alcaldesa Berkley.

El efecto Trump en el turismo

Sin embargo, el golpe más fuerte proviene del exterior. El turismo canadiense —que históricamente ha sido la mayor fuente de visitantes internacionales para Las Vegas— cayó 18% en los primeros siete meses del año, afectado por la retórica nacionalista y los aranceles comerciales del presidente Donald Trump hacia Canadá.

“Hay un creciente sentimiento de rechazo hacia EE.UU. entre los viajeros canadienses, que se sienten poco bienvenidos”, señala Woods. Un caso ilustrativo es el del comediante canadiense Keith Serry, quien canceló sus presentaciones en Nueva York alegando sentirse “inseguro” y negado a “apoyar económicamente a un país hostil”.

La situación se replica parcialmente con México, aunque con matices. Si bien la alcaldesa había advertido de una baja en ese mercado, los datos de la LVCVA muestran un aumento del 9% en los pasajeros provenientes de aerolíneas mexicanas, impulsado sobre todo por VivaAerobus, que incrementó su flujo de viajeros hacia Las Vegas en un 45%.

No obstante, la cónsul de México en Las Vegas, Patricia Cortés Guadarrama, reconoce que el clima migratorio ha tenido consecuencias: “Muchos turistas mexicanos se lo piensan dos veces antes de venir. Hay nerviosismo, incluso en personas con visa vigente”.

Una industria que pide auxilio

La industria turística aportó 85 mil millones de dólares a la economía de Nevada en 2024. Hoy, la reducción de visitantes golpea de forma directa los ingresos de trabajadores como Roxana Salguero, conductora de Uber: “Pasé de tener 30 pasajeros al día a apenas 15. Lo sentimos en el bolsillo”.

A nivel nacional, la Oficina de Análisis Económico calcula que el turismo representa el 3% del PIB estadounidense, pero las proyecciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo son pesimistas: en 2025, el gasto de los visitantes internacionales caerá 12 mil millones de dólares respecto al año anterior.

Consultado al respecto, el presidente Donald Trump minimizó la situación: “No es gran cosa. Tratamos bien a nuestros turistas. No hay mejor lugar que Estados Unidos”.

Mientras tanto, la alcaldesa Berkley insiste en su mensaje:

“Queremos que la gente venga, que se lo pase bien y que regrese. Las Vegas los necesita más que nunca”.

Fuentes: BBC News Mundo, Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas, Departamento de Comercio de EE.UU., Universidad de Nevada.

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