Londres, Inglaterra.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue recibido con honores en el Castillo de Windsor el miércoles, pero afuera del recinto, y en general en londres, esta segunda visita de Estado ha generado un descontento sin precedentes.

Decenas de manifestantes salieron a las calles de Windsor antes de su visita para corear: “Hey, hey, ho, ho, Donald Trump se tiene que ir” y “Donald Trump no es bienvenido aquí”.

“No creo que sea correcto que tengamos a Trump para una segunda visita de Estado debido a su horrible retórica, políticas y acciones hacia las mujeres y las personas de color”, expresó Grace Nathew.

El grupo de manifestantes sostenía carteles que decían: “Trump, tu política apesta” y “Vete. Estás contaminando Windsor”.

La policía informó que arrestaron a cuatro personas el martes por un acto en el que se proyectó una imagen de Trump y Jeffrey Epstein en una torre del Castillo de Windsor, un recordatorio de la relación del presidente con el financiero acusado de abusar de menores.

El artista Kaya Mar llegó con un cuadro enorme con la imagen de Trump vestido de neardental y el rey Carlos III aupado en su espalda: “Nuestro rey es una persona muy agradable al brindarle su hospitalidad, pero la verdad es que Trump es un narcisita de la Edad de Piedra, que no tiene protocolo y que lo copa todo”, denuncia a EFE.

Tracy Cadas llegó temprano con su pancarta, pero apenas se ha atrevido a mostrarla, pues era la única desde temprano: “Trump, vete, hombrecillo vil sórdido”, decía el cartel pintado a mano. Las protestas grandes estaban convocadas en Londres, pero ella ha preferido llegas hasta Windsor.

Esta mujer de 61 años es la primera vez que protesta por algo, pero llegada desde Washington (el británico, al noreste de Inglaterra), asegura que “necesitaba” mostrar su rechazo porque lo considera “una persona muy peligrosa”.

“No creo que esté muy bien informado y cada vez que abre su boca, la seguridad del mundo se tambalea. Una persona no debería tener tanto poder”, explica Cadas.

Trump fue recibido por el rey Carlos III en el castillo y disfrutó de un paseo en carruaje tirado por caballos por los terrenos mientras las bandas militares tocaban los himnos nacionales de Estados Unidos y el Reino Unido. Se planeó un banquete lujoso para la noche.

En Londres, a unos 32 kilómetros (20 millas) al este de Windsor, cientos de manifestantes comenzaron a reunirse para una marcha en protesta por su visita.

La Policía Metropolitana se estaba preparando por la movilización de hasta 50 grupos de protesta que saldrán a las calles por la tarde y marcharán hacia el Parlamento.

Más de mil 600 oficiales serán desplegados para mantener el orden en las calles.

maot

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