En Alemania, el zoológico de Leipzig informó que tres cachorros de tigre siberianos tuvieron que ser sacrificados, luego de que fueron abandonados por su madre, que dejó de amamantarlos.
Tras dar a luz el miércoles, la tigresa Yushka al principio “cuidó de su progenie de manera ejemplar”, explicó la institución del este de Alemania.
Sin embargo, desde el jueves se “desentendió de sus crías”, su primera camada, y dejó de alimentarlas.
La decisión de sacrificarlas se tomó después de dos días en los que los cachorros “se fueron debilitando cada vez más”.
El zoo tuvo que asumir una “gran responsabilidad” para evitar a los pequeños “una muerte por inanición”, explicó el veterinario Andreas Bernhard.
La interrupción de la crianza “sin motivo aparente” forma parte del “comportamiento de las inexpertas en el reino animal”, señaló el director del zoológico, Jörg Junhold.
Los tigres siberianos, también llamados tigres del Amur, son los felinos más grandes del mundo y viven principalmente en el Lejano Oriente ruso, donde están amenazados de extinción.
En julio, otro parque zoológico alemán, el de Núremberg, sacrificó a 12 de sus babuinos alegando que su recinto estaba sobrepoblado.
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