Articulo publicado originalmente en ingles por Steve Karnowski para KARE11, y traducido al español. Fotografía: Gage Skidmore/Wikimedia

Por Steve Karnowski

St. Paul, Minnesota.— El gobernador demócrata Tim Walz denunció el jueves al presidente Donald Trump por llamar “basura” a la comunidad somalí de Minnesota y calificar al estado de “infierno”.

Walz afirmó que Trump calumnió a todos los minnesotanos y que sus expresiones de desprecio hacia la comunidad somalí del estado —la más grande de Estados Unidos— eran “sin precedentes para un presidente de Estados Unidos. Hoy tenemos niños pequeños que van a la escuela y a quienes su presidente los llamó basura”.

Los líderes legislativos republicanos no aceptaron la invitación del gobernador para sumarse a su condena y replicaron que la disputa no habría estallado si Walz hubiera actuado con mayor eficacia para prevenir el fraude en los programas de servicios sociales.

Lo que Trump ha dicho sobre el pueblo somalí
La retórica de Trump contra los somalíes en el estado se ha intensificado desde que el medio de comunicación conservador City Journal afirmó el mes pasado que el dinero de los contribuyentes, procedente de programas gubernamentales defraudados, se había desviado al grupo militante somalí Al-Shabab, afiliado a Al-Qaeda.

El Día de Acción de Gracias, Trump calificó a Minnesota como “un foco de actividades fraudulentas de lavado de dinero” y anunció que cancelaría el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los somalíes en Minnesota, una protección legal contra la deportación para inmigrantes de ciertos países.

El presidente fue más allá el martes, al afirmar en una reunión de gabinete que no quería que los inmigrantes del país de África Oriental, devastado por la guerra, permanecieran en Estados Unidos. “Podemos ir en una dirección u otra, y vamos a ir por el camino equivocado si seguimos recibiendo basura en nuestro país”, declaró.

Y Trump insistió el miércoles, afirmando que Minnesota se había convertido en un “infierno” por culpa de ellos. “Los somalíes deberían irse de aquí”, declaró a la prensa. “Han destruido nuestro país”. Control de inmigración en Minnesota
Las autoridades federales prepararon esta semana un operativo de control de inmigración en Minnesota. Una persona familiarizada con la planificación indicó que se centraría en los somalíes que residen ilegalmente en Estados Unidos.

Un informe del Congreso situó el número de somalíes con estatus de protección en alrededor de 700 en todo el país. Walz estimó que el número de somalíes en Minnesota ronda los 300.

Walz y los líderes comunitarios afirmaron desconocer las cifras sobre cuántas personas podrían haber sido detenidas en los últimos días. La oficina de prensa del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no respondió a las solicitudes de detalles el miércoles ni el jueves.

El área de Minneapolis-St. Paul alberga a unas 84.000 personas de ascendencia somalí, que representan casi un tercio de los somalíes que viven en Estados Unidos. Casi el 58% de los somalíes en Minnesota nacieron en Estados Unidos, y el 87% de los somalíes nacidos en el extranjero en Minnesota son ciudadanos estadounidenses naturalizados.

Incertidumbre en torno al fraude en programas gubernamentales
No está claro cuántas pérdidas se han producido debido a los fraudes contra programas gubernamentales en Minnesota. Muchos, aunque no todos, los acusados ​​en esos casos son somalíes estadounidenses, y la mayoría son ciudadanos estadounidenses.

El fiscal federal Joe Thompson, quien dirigió la investigación del escándalo de 300 millones de dólares de Feeding Our Future, que ha dado lugar a cargos contra 78 personas, estimó en una entrevista con KSTP-TV este verano que el total en varios programas podría alcanzar los 1000 millones de dólares.

Walz afirmó que una auditoría, que se completará a finales de enero, debería ofrecer un panorama más claro, pero admitió que la cifra de 1000 millones de dólares “ciertamente podría ser” precisa. Aseguró que su administración está tomando medidas enérgicas para prevenir más fraudes.

Los republicanos están actuando con cautela.
“Demonizar a todo un grupo de personas por su raza y etnia, un grupo que contribuye a la vitalidad —económica y cultural— de este estado, es algo que esperaba que nunca viéramos. Esto se suma a todos los demás comentarios viles”, declaró Walz a la prensa durante una sesión informativa sobre el presupuesto estatal.

La presidenta republicana de la Cámara de Representantes de Minnesota, Lisa Demuth, quien se postula a gobernadora y ha dicho que espera obtener el respaldo de Trump, evadió sus dudas cuando se le preguntó si también condenaría los comentarios del presidente.

“De ninguna manera creo que ninguna comunidad sea completamente mala. Al igual que no creo que ninguna comunidad sea completamente buena”, dijo Demuth. “Lo que debemos hacer es exigir responsabilidades a los estafadores de cualquier comunidad y detenerlos aquí en el estado de Minnesota”.

El senador estatal republicano Eric Pratt, quien se postula para el escaño suburbano en el Congreso que dejará vacante la representante demócrata Angie Craig, fue un poco más allá.

“No lo dije como yo lo habría dicho”, dijo Pratt. “Pero lo que sí diré es que comparto la frustración del presidente por la cantidad de fraude y corrupción que efectivamente ha ocurrido en el estado. Es decir, realmente ha dejado mal parado al estado, y estamos en las noticias nacionales por las razones equivocadas”.

Legisladores de Ohio se pronuncian
Los ataques del presidente también provocaron la condena el jueves de los legisladores de Ohio, que tiene la segunda población somalí más grande de EE. UU.

“Nuestros vecinos somalíes merecen vivir en un estado donde se les respete por sus contribuciones y no se les señale con comentarios divisivos”.

“Los comentarios del presidente Trump sobre los inmigrantes somalíes son xenófobos, peligrosos y totalmente inaceptables para cualquier funcionario público, y mucho menos para el presidente de Estados Unidos”, declaró el Caucus Judío de Ohio en un comunicado aparte.

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