Por Daniela Simón

Estados Unidos ha fijado un plazo hasta finales de este mes para que España revoque un contrato millonario adjudicado a Huawei, advirtiendo que, de no hacerlo, restringirá de forma drástica el intercambio de información de inteligencia entre ambos países, según reporta el diario ABC España.

De acuerdo con el medio, la advertencia llega tras la apertura de una investigación formal por parte de la directora de Inteligencia Nacional estadounidense, Tulsi Gabbard, quien evalúa si el acuerdo con la tecnológica china supone un riesgo para la seguridad de la OTAN y para las bases militares que España comparte con Washington.

El contrato, valorado en 12.3 millones de euros, contempla el suministro de servidores y consultoría para el sistema de interceptación legal de comunicaciones del Ministerio del Interior español, una herramienta utilizada por las fuerzas de seguridad para almacenar y gestionar escuchas telefónicas autorizadas judicialmente.

Para Estados Unidos, el problema es claro: Huawei está sujeta a las leyes de inteligencia y ciberseguridad de China, lo que obliga a las empresas a colaborar con el Partido Comunista y entregar cualquier información que les sea solicitada. En el peor escenario para Washington, parte de las escuchas y datos sensibles compartidos con España podrían terminar en manos de Beijing.

Riesgo para la cooperación en seguridad

Según el medio español, fuentes del Capitolio explican que la investigación analiza desde vulnerabilidades técnicas en las redes y servidores hasta la posibilidad de que terceros países accedan a información clasificada.

El dictamen final podría derivar en un cambio sustancial en la cooperación militar y policial entre ambos países, que actualmente incluye datos sobre terrorismo, crimen organizado, narcotráfico y ciberamenazas.

En un contexto en el que Estados Unidos ha logrado que la mayoría de sus aliados excluyan a Huawei de las redes 5G, el movimiento de Madrid ha causado desconcierto.

En Washington se interpreta como una señal de acercamiento a Beijing, especialmente después de la visita oficial de Sánchez a China el pasado abril para reforzar lazos en sectores estratégicos como energía y tecnología.

Presión política en el Capitolio

La investigación fue solicitada por los presidentes de las comisiones de Inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes, Tom Cotton y Rick Crawford, quienes advierten que, mientras España mantenga el contrato, cualquier información sensible compartida será editada para evitar filtraciones al régimen chino.

El Ejecutivo español ha defendido la adjudicación alegando que Huawei presentó la oferta más económica y que la ley obligaba a aceptarla. Sin embargo, esta explicación no ha convencido en Washington, donde recuerdan que otros socios europeos han adoptado posiciones mucho más duras frente a las tecnológicas chinas.

El mensaje estadounidense es inequívoco: o España corta el vínculo con Huawei en el ámbito de seguridad, o se expone a una ruptura parcial en el flujo de inteligencia que ha sustentado la cooperación bilateral durante décadas.

desa/mgm

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