Por Antonio López Cruz
Las políticas antiinmigrantes que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto para evitar que más mexicanos y extranjeros lleguen a ese país han llevado a miles de connacionales a olvidar el sueño americano, y voltear a ver a Canadá como nación de asilo.
Datos de la División de Protección de Refugiados de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá (IRB) señalan que en 2016 ese país registró 260 solicitudes de asilo por parte de mexicanos, mientras que en 2024 aumentaron hasta 31 mil 691 peticiones.
Roberto “N” llegó a tierras canadienses el 13 de enero de 2021 y ya no regresó a México, donde con su familia había sufrido un atentado del crimen organizado en Jalisco.
“Yo sufrí un atentado cerca de la capital, mataron a un par de personas con las que yo viajaba en un auto, nos rafaguearon y por cosas del destino salí ileso. Eso fue un martes, el día jueves yo ya estaba en Canadá. Apenas pisé el aeropuerto y me dirigí a la oficina de inmigración y les dije: “Por favor, ya no me dejen regresar a mi país, mi vida está en peligro, quiero solicitar refugio o asilo político”, declaró.
El policía de profesión, quien pidió ocultar su identidad, narra cómo ser parte de una corporación de seguridad lo llevó a jugarse la vida cada mañana.
“Trabajaba directamente en la fiscalía estatal, y la gente con quien teníamos que lidiar llegó un punto en donde se volvió insostenible, era estar lidiando con personas de los cárteles, recibía una gran cantidad de amenazas.
“A pesar de querer actuar bajo la ley y la norma, siempre era complicado porque de alguna forma estabas entre la espada y la pared, hay peticiones del crimen organizado y tienes que tomar partido por tu seguridad, por tu vida, por la de tu familia, muchas veces no depende de uno, hay órdenes de los jefes de más arriba y al final del día somos carne de cañón. Llegó un punto en el que, por actuar conforme a la ley, esas amenazas escritas y verbales pasaron a ser parte de las acciones hasta que llegó el atentado”.
De acuerdo con cifras oficiales, las solicitudes de refugio en Canadá por parte de mexicanos crecieron de manera sostenida desde 2016, cuando se aprobó la exención de visa en el mes de diciembre.
En ese año, las peticiones fueron apenas 216, mientras que para 2017, las solicitudes se incrementaron a mil 500; en 2018 crecieron a 2 mil 900, cifra que se mantuvo similar en 2019 con 2 mil 954 casos; para 2020 se contabilizaron 3 mil 800 peticiones de refugio de mexicanos en Canadá.
En 2021, la cifra de solicitudes de asilo fue de 5 mil 400, la cual creció a 8 mil casos en 2022.
Para 2023, las peticiones de refugio pasaron a 23 mil 995, motivo por el que el gobierno de Ottawa determinó, desde el 29 de febrero de 2024, restablecer la visa y la autorización electrónica de viaje (eTA), como requisitos para los mexicanos al pedir asilo. Lo anterior no detuvo, sin embargo, a los connacionales, pues al final de 2024 sumaron alrededor de 31 mil 691 solicitudes.
La numeralia oficial correspondiente a 2025 aún no está disponible; el pasado 3 de junio el gobierno canadiense anunció que modificará su sistema de asilo con el objetivo de aumentar el rechazo de peticiones.
Pese a ello, los expertos consideran que las solicitudes seguirán al alza, derivado de las políticas antiinmigrantes en Estados Unidos.
“Las solicitudes de refugio seguirán incrementándose por tres razones: La primera situación es que a nivel internacional hay una situación de pérdida de protección de las personas por el aumento de la violencia, discriminación, violación de los derechos y eso es un fenómeno mundial.
“La segunda razón es la situación económica, que va a hacer que las personas tengan que viajar a pedir refugio, a pesar de que las cuestiones económicas no son razón para pedir asilo, y la tercera razón son las situaciones climáticas que se están dando, ya hay muchas personas que están siendo desplazadas por la escasez de agua, por las ecuaciones del cultivo, por la deforestación, que hace que las personas tengan que buscar otros países donde son ricos en esos recursos”, explicó Jesús Hernández Limones, consultor reglamentado en inmigración y ciudadanía canadiense.
A pesar del endurecimiento de las medidas para pedir asilo, el gobierno de Ottawa ha destinado más de 3 mil millones de dólares canadienses, desde 2023 a la fecha, para atender el sistema de refugio y asilo, abarcando desde la atención médica y alojamiento temporal hasta la asistencia legal y programas de integración.
Hernández Limones detalló que a diferencia de Estados Unidos, la migración en Canadá ha resultado una prioridad debido a que están muriendo más personas de las que nacen y su población es relativamente pequeña.
“Canadá tiene un programa de refugiados porque, además de que permite cumplir con las políticas internacionales, también va a ayudarle a su economía por la cuestión de la tasa demográfica. Tristemente en Canadá cada año hay más muertos que nacimientos, entonces, ¿cómo lo compensa? con la cuestión de los nuevos migrantes, es parte de la ecuación del desarrollo económico de Canadá”, detalló.
Altos beneficios y falsos refugiados
A diferencia de Estados Unidos, el gobierno de Canadá ofrece a los solicitantes de refugio beneficios desde el primer día de su solicitud, y hasta el momento del veredicto, ya sea positivo o negativo.
“Cuando una persona llega a Canadá encuentra lugares dónde puede tener comida y alimentación inmediatamente, hay programas de vivienda; en Canadá van a recibir un cheque mensual desde su llegada, que puede variar de 800 dólares por persona hasta los 2 mil dólares mensuales por grupo familiar, además de acceso a todos los sistemas de salud, servicios de educación gratuita y un permiso de trabajo abierto para laborar donde gustes y con quien quieras trabajar”, agregó Hernández.
Sin embargo, lo anterior ha incrementado las solicitudes de “falsos refugiados”.
Franck Rosales, miembro del Colegio de Abogados de Quebec y especialista en Derecho de Inmigración y Derecho de Refugio declaró que “muchas personas van a pedir refugio cuando en realidad no lo necesitan. Cuando llegan mienten, pero es incluso perjudicial para estas personas ir con esas falsas expectativas, pedir refugio bajo estos argumentos, además a veces se acercan a personas que les hacen fraude, es algo muy delicado”.
Hernández, quien también es director de la consultoría CI Canadá, especializada en refugio, asilo y apelaciones migratorias, entre otros asuntos, detalló que el tema de los “falsos refugiados” es el motivo por el que se han endurecido las medidas. “El gobierno canadiense va a trabajar fuerte para evitar los falsos refugiados, para evitar que mucha gente abuse del sistema y el gobierno está luchando para implementar políticas que permitan aceptar a los verdaderos refugiados, no a personas que vengan y utilicen ese sistema para usos particulares”.
Durante los cuatro años que ha vivido en Canadá, Roberto “N” ha trabajado recogiendo escombros y como consultor; luego abrió un negocio de catering con comida tradicional mexicana, y actualmente ya es dueño de un corporativo que engloba todos los negocios que emprendió en el país.
Afirma que su vida no ha sido fácil, pero el sistema de refugio canadiense le permitió volver a nacer y salir adelante.
“Vivir como refugiado te brinda la posibilidad de tener muchas oportunidades, Canadá te ofrece un apoyo mensual, te da la escuela, te provee trabajo, pero todo depende de cómo aproveches ese sistema, y si te pones listo puedes salir adelante si te lo propones.
“Lo que yo le diría a los mexicanos que aún están en México con la mentalidad de pedir refugio, es primero que sean honestos con ellos mismos para entender si hay una necesidad real y genuina de estar lejos del país, porque estar lejos implica una capacidad mental compleja, porque estamos hablando de que son seis a siete meses sin sol, con temperaturas menos cero, muchas veces sin familia, muchas veces sin manejar el francés o el inglés que son los dos idiomas oficiales.
Entonces, la recomendación es que se tenga conciencia de si realmente lo necesitas, porque acá ves a mucha gente de todas las naciones pidiendo refugio y ocupando el dinero para otras cosas que no son para salir adelante, ¿me explico? Que se pregunten: ¿Hay la esperanza de que puedan salvaguardar su estancia en un país tan bello como es el nuestro? Busquen la manera de quedarse. Canadá no es como lo pintan allá afuera. Digo, es un país excelente, pero no es para todos”, concluyó.