Por César González

Autos de lujo, fajos de billetes, mujeres y botellas de champaña.

Lo que suena hoy es bélico: los corridos tomaron el territorio musical, encumbrando al tipo armado, ese que sube en un día y “da de baja” a sus enemigos en sus versos.

Y millones de jóvenes escuchan esas historias sin que nadie cuente el otro lado: las consecuencias.

“Hay tanta gente en México que ha sido tan lastimada por esta temática que ensalzar a un personaje así es una falta de respeto, una afrenta”, lamenta Oswaldo Silvas, vocalista de la Banda MS, una de las más populares en el regional.

La agrupación tomó una decisión en conjunto y sin discutir: no interpretarán canciones que hagan apología de la violencia y el narcotráfico, algo que, saben, se alínea con iniciativas como México Canta, del gobierno federal.

“Dejamos de grabar corridos así porque vimos que se trata de una problemática sensible en la que nuestro público ha sido golpeado. Es respeto a la gente, y de someternos a leyes”, explica Waldo.

Aunque se defiende el género bajo el argumento de la libertad de expresión, el músico deja claro que ese derecho tiene límites: cuando se priva del respeto y la paz.

El vocalista enfatiza que, junto a sus compañeros, busca aportar a una sociedad más respetuosa y libre de violencia, consciente de que, como figuras públicas, influyen en quienes los escuchan.

“Lo que tú tocas, las temáticas que llevas a la gente sí influyen en el comportamiento. Si tú andas en una fiesta y suena una canción que es alegre, ésta te pone a bailar; con una triste te acuerdas de un amor pasado y lloras.

“Puede existir también gente que de repente traiga un arma en la mano y al escuchar un corrido tire balazos al aire, entonces es irresponsable pensar que la música no influye en tu comportamiento”.

El origen del género

Oswaldo reflexiona: el corrido como tal no es malo, pues recuerda que éste inició como una manera de contar las noticias, por lo que lamenta el hecho de que en la actualidad se utilice incluso para enviar mensajes entre cárteles contrarios, lo que desvirtúa su propósito.

“El corrido no provoca violencia, más bien el corrido retrata la que ya existe en la sociedad. A final de cuentas un corrido cuenta una noticia, una historia. Aquí el problema surgió cuando empezó a agarrar un rumbo no sano, cuando pasó de contar una historia a mandar un mensaje”.

La agrupación se encuentra de gira internacional, que incluirá fechas el mes próximo en ciudades como California y Texas, en EU.

Y aunque los músicos agradecen no haber tenido complicaciones con sus visas como pasó con otros exponentes del regional como Peso Pluma, quieren cerrar este 2025 en su país, razón por la que este 19 y 20 de diciembre tocarán, como ya es tradición en ellos, en la Arena Ciudad de México.

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