Fridley, Minnesota.— Antes de que Vance Boelter fuera arrestado en un campo cerca de su casa rural en Green Isle, el día después del asesinato de la representante Melissa Hortman y su esposo Mark, la policía estaba siguiendo otra pista.
Según una declaración jurada de la orden de registro, Boelter apagó su celular justo después del asesinato. Al día siguiente, lo volvió a encender y los agentes comenzaron a rastrear su ubicación. Mientras se acercaban, con la esperanza de arrestar al sospechoso, recibieron un aviso de que el teléfono estaba en el Home Depot de Fridley, donde los trabajadores intentaban encontrar a su dueño.
Otra orden de allanamiento revela la reacción de la esposa de Boelter cuando los investigadores la contactaron por primera vez: “Al principio, Jenny Boelter no se mostró sincera al saber que su marido estaba involucrado en algo grave”.
La orden dice que cuando le dijeron que era una persona de interés en un tiroteo, inicialmente preguntó “¿por qué pensarías eso?”, antes de admitir finalmente que Boelter le envió esos mensajes de texto siniestros sobre “ir a la guerra” y decirle que se fuera de la ciudad.
Los documentos judiciales indican que Jenny Boelter esperó a la policía en Onamia, donde encontraron en su auto una caja fuerte, los pasaportes de toda la familia, 10.000 dólares en efectivo y dos armas. Estaba llevando a cabo el llamado “plan de rescate” de la familia, ya que eran “preparacionistas” que se preparaban para incidentes catastróficos. Sin embargo, no ha sido acusada de ningún delito.
La primera llamada telefónica de Boelter después de los tiroteos fue a su hijo de 18 años, aunque la orden de registro no revela lo que le dijo al joven.
Otros datos interesantes de los nuevos documentos incluyen que un empleado del US Bank llamó proactivamente a los investigadores para informarles que Boelter estaba allí a las 9 a. m., justo cuando abrieron, retirando dinero.
Y otro giro en la complicada historia laboral de Boelter: los documentos judiciales dicen que fue empleado de la U de M, lo que confirma que fue técnico en el banco de donación de ojos hasta el día anterior a los tiroteos.
