Brasilia, Brasil.— El gobierno brasileño manifestó su “indignación” por los anuncios de aranceles estadounidenses de 50%, pero reiteró que “sigue listo” para continuar las negociaciones, según una carta a Washington difundida ayer.
En un documento enviado el martes al secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, y al representante comercial Jamieson Greer, el gobierno brasileño se declaró “listo para dialogar con las autoridades estadounidenses y negociar una solución mutuamente aceptable sobre los aspectos comerciales de la agenda bilateral”.
La carta no menciona una investigación abierta, también el martes, por la administración de Donald Trump al país sudamericano por “prácticas comerciales injustas”.
Pero tras reunirse ayer con representantes de las empresas estadounidenses en Brasil, el vicepresidente y ministro de Industria y Comercio, Geraldo Alckmin, dijo que el gobierno brasileño no ve “ningún problema” en la pesquisa, y convocó a Wa- shington para “resolver la cuestión arancelaria” juntos. La carta advierte que “la imposición de aranceles tendrá un impacto muy negativo en sectores importantes de ambas economías”. Asegura que “desde mayo” espera respuesta de Estados Unidos para continuar las negociaciones.
En tanto, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, anunció nuevas medidas arancelarias destinadas a proteger su industria siderúrgica. Las cuotas de importación de productos de acero de socios sin tratado de libre comercio con Canadá se reducirán a la mitad del volumen del año 2024, y cuando se supere ese nivel se impondrá un arancel de 50%.
Para los bienes de acero de socios no estadounidenses con acuerdo de libre comercio la cuota se mantendrá en 100% de los volúmenes del año pasado; cuando se sobrepase dicho límite habrá igualmente un gravamen de 50%. No habrá cambios para los países del T-MEC, México y Canadá.