Nueva York.— Fiscales federales de Estados Unidos informaron el martes que no buscarán la pena de muerte en sus casos contra el capo del Cártel de Sinaloa, Ismael El Mayo Zambada; Rafael Caro Quintero, narcotraficante acusado de orquestar el asesinato en México del agente especial de la Administración Antidrogas (DEA) Enrique Kiki Camarena Salazar, y Vicente Carrillo Fuentes, alias El Viceroy.
El fiscal federal Joseph Nocella Jr. indicó en tres documentos judiciales diferentes el retiro de la petición de condena capital correspondiente a las tres acusaciones.
“El gobierno respetuosamente presenta esta carta para informar a la Corte y a la defensa que la fiscal general [Pam Bondi] ha autorizado e instruido a su oficina a que no busque la pena de muerte”, se lee en las misivas entregadas a tres jueces del Distrito Este de Nueva York que llevan los casos.
En abril pasado, el Departmento de Justicia había confirmado que buscaría la pena de muerte para Carrillo Fuentes y Caro Quintero, quien enfrenta además la acusación por el homicidio de Enrique Kiki Camarena en 1985 en Guadalajara.
Ambos fueron entregados en febrero pasado por México para enfrentar sus procesos judiciales en EU, lo que se interpretó como una respuesta del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum a las exigencias del presidente estadounidense Donald Trump de redoblar su lucha contra el narcotráfico.
Caro Quintero, de 72 años, y Zambada, de 75, se han declarado inocentes de una serie de cargos de narcotráfico. Se trata de dos casos distintos, pero apuntan de manera similar a dos de los narcotraficantes más reconocidos de México.
En el caso de Zambada, la fiscalía indicó en junio que evaluaba una posible petición de pena capital para el acusado por los delitos de delincuencia organizada, blanqueo de dinero y narcotráfico. Entre las acusaciones en su contra está la de “liderar una conspiración multimillonaria para inundar comunidades estadounidenses con narcóticos, incluyendo el mortal fentanilo”. Por dos de los delitos que se le imputan podía ser condenado a la pena de muerte.
El abogado de Zambada, Frank Pérez, señaló que “acogemos con satisfacción la decisión del gobierno de no solicitar la pena de muerte para nuestro cliente. Esto supone un paso importante hacia el logro de una resolución justa y equitativa”.
Pérez había manifestado que su cliente estaba en disposición de declararse culpable, siempre y cuando la pena de muerte quedara fuera de la mesa de debate. “El problema ahora es tratar de determinar si el gobierno va a pedir la pena de muerte o no. Tiene posibilidad de recibir la pena de muerte en dos acusaciones, así que una vez que se tome la decisión de hacer lo que llaman ‘no buscar’, es decir, que no van a pedir la pena de muerte, entonces sí, él está interesado en un acuerdo de culpabilidad”, había dicho Pérez.
La Casa Blanca ha calificado a Caro como “uno de los capos más malvados del mundo”, responsable de enviar toneladas de heroína, metanfetamina, marihuana y cocaína a Estados Unidos. Su entrega fue de particular relevancia por el asesinato de Camarena. En su primera comparecencia, agentes de la DEA estuvieron presentes, evidenciando que no hay perdón ni olvido por aquel crimen.
A diferencia de Caro, conocido como el Narco de Narcos, y de El Viceroy, El Mayo no fue entregado a las autoridades de Estados Unidos por el gobierno de México, sino que fue detenido el 25 de julio de 2024 en un aeropuerto de Nuevo México, junto a Joaquín Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, quien cumple sentencia de cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Zambada asegura que Joaquín Guzmán lo secuestró en Sinaloa para entregarlo a las autoridades estadounidenses e incluso solicitó su repatriación a México, que ha exigido, hasta ahora en vano, explicaciones a Estados Unidos sobre cómo se dio la detención.
Joaquín, quien se encuentra detenido en Chicago, está en negociaciones con el gobierno estadounidense para declararse culpable, siguiendo los pasos de su hermano Ovidio, quien también está preso en Chicago y en julio anunció haber alcanzado un acuerdo de colaboración con la justicia estadounidense.
Los fiscales no hicieron más comentarios tras dar a conocer su decisión de no buscar la pena capital contra Zambada, Caro y Carrillo Fuentes, quien se convirtió en líder del Cártel de Juárez a la muerte en 1997 de su hermano, Amado Carrillo Fuentes, en la Ciudad de México. Por ahora, se desconoce si la decisión se debe a acuerdos alcanzados con los detenidos para que colaboren con la justicia, como sucedió con Ovidio. Los tres casos se dirimen en el mismo tribunal federal de Brooklyn donde fue juzgado y condenado El Chapo Guzmán.