Venecia, Italia.- El cielo en sí no es un límite para el multimillonario Jeff Bezos y su prometida Lauren Sánchez, quienes han viajado al espacio, y las expectativas eran igualmente altas antes de su boda en Venecia el viernes.
¿Una de las ciudades más encantadoras del mundo como telón de fondo? Listo.
¿Lista de invitados repleta de estrellas y rumores sensacionalistas? ¡Claro!
¿Sabor local ? ¡Claro que sí!
Y entonces, llegó la hora de casarse. La pareja celebró su boda el viernes por la noche, y Sánchez publicó en Instagram una foto suya radiante con un vestido blanco junto a Bezos, el cuarto hombre más rico del mundo, vestido de esmoquin.
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Fue el segundo día de eventos repartidos por toda la ciudad lagunar italiana, lo que añadió complejidad a lo que habría sido una gigantesca iniciativa logística incluso en tierra firme.
Decenas de jets privados habían llegado al aeropuerto de Venecia, y los yates atracaban en los famosos canales de la ciudad. Atletas, celebridades, influencers y líderes empresariales se reunieron para disfrutar de una extravagancia que era tanto un testimonio del amor de la pareja como de su extraordinaria riqueza.
El alboroto embriagador recordó la boda de 2014 en Venecia del actor George Clooney con la abogada de derechos humanos Amal Alamuddin, cuando multitudes de adoradores se alinearon en los canales y cientos de simpatizantes se congregaron afuera del Ayuntamiento.
No fue así con estas nupcias, que se convirtieron en el foco de pequeñas y coloridas protestas. Pero el deseo de atenuar el entusiasmo reinante no se había materializado hasta el viernes. En cambio, la élite estaba de fiesta y los paparazzi se apiñaban para vislumbrar la gala dorada.
La novia lució un clásico vestido de corte sirena, con el encaje italiano característico de Dolce & Gabbana. Un velo tradicional de tul y encaje completaba su look.
“No es solo un vestido, es una pieza de poesía”, escribió en Instagram, donde ahora su nombre aparece como Lauren Sánchez Bezos.
Logística y costos
Venecia es famosa por su red de canales, donde los gondoleros cantan para las parejas enamoradas e incluso las ambulancias son acuáticas. Pero el transporte acuático de todo, desde los ramos hasta los invitados, convierte a Venecia en una de las ciudades más desafiantes del mundo para una fiesta, según Jack Ezon, director ejecutivo de Embark Beyond, un servicio de asesoría de viajes de lujo y eventos de destino.
“Es una comunidad muy unida; todos se conocen, y es necesario trabajar con las personas adecuadas”, dijo Ezon, cuya compañía ha organizado una docena de eventos de lujo en Venecia. “Hay un control muy estricto, sobre todo en el movimiento de barcos”.
Al menos triplica el costo en comparación con organizar la misma velada en Roma o Florencia, dijo.
El gobernador de Véneto, Luca Zaia, fue el primero en dar una cifra estimada del fiasco entre Bezos y Sánchez: dijo a los periodistas esta semana que el total más reciente que vio fue de entre 40 y 48 millones de euros (hasta 56 millones de dólares).
Es una cifra asombrosa y sorprendente que equivale a más de 1.000 veces el costo promedio de $36.000 de las bodas de las parejas estadounidenses en 2025, según el informe anual del sitio web de planificación de bodas Zola .
El equipo de Bezos ha guardado silencio sobre el destino de estos millones. Cuando el hijo menor del hombre más rico de Asia se casó el pasado julio, las actuaciones de las estrellas del pop Rihanna y Justin Bieber hicieron subir el precio.
“¿Cómo se gastan 40 millones de dólares en un evento de tres o cuatro días?”, preguntó Ezon. “Podrías traer cabezas de cartel, artistas de primera línea, grandes DJs de cualquier parte del mundo. Podrías gastar 2 millones de dólares en una increíble carpa de cristal que solo dura 10 horas, pero que tarda un mes en construirse”, o ampliar la celebración a lugares emblemáticos locales.
No hay indicios de que Sánchez y Bezos, exdirector ejecutivo de Amazon, tengan intención de apoderarse de ninguno de los puntos turísticos más concurridos de Venecia. Aun así, la intensa inquietud sobre la posibilidad llevó a su coordinador de bodas, Lanza & Baucina, a emitir un inusual comunicado en el que desmintieron esos rumores.
El viernes por la tarde, Sánchez salió de su hotel con un pañuelo de seda en la cabeza y les lanzó un beso a los periodistas antes de subir a su taxi acuático. Este la llevó por los canales hasta la isla de San Giorgio, al otro lado de la cuenca de la laguna desde la Plaza de San Marcos, donde la pareja celebró su ceremonia el viernes por la noche. Bezos la siguió dos horas después.
Luego, en una hilera de taxis acuáticos, llegaron sus ilustres invitados: Oprah Winfrey, Kim Kardashian, Ivanka Trump, Tom Brady, Bill Gates, la reina Rania de Jordania, Leonardo DiCaprio y muchos más. Los paparazzi los seguían en sus propias embarcaciones, intentando capturarlos a todos.
La revista Vogue, a la que la pareja dio acceso exclusivo, informó que el vestido, diseñado por Dolce & Gabbana, tardó 900 horas en confeccionarse. Inspirado en el vestido de novia de Sophia Loren en la película Houseboat de 1958, presentaba un cuello alto de encaje aplicado a mano y 180 botones de sacerdote cubiertos de gasa de seda.
‘Sin espacio’
Hay quienes dicen que estos dos no deberían haberse casado en esta ciudad.
Describen la boda como una opulenta exhibición de riqueza en un mundo con creciente desigualdad, y argumentan que es un claro ejemplo de cómo el turismo prima sobre las necesidades de los residentes, en particular la vivienda asequible y los servicios esenciales. Venecia es también una de las ciudades más vulnerables al aumento del nivel del mar debido al cambio climático.
“Venecia no es sólo una imagen bonita, una bonita postal para satisfacer las necesidades y deseos de la élite o de los turistas en masa, sino que es una ciudad viva, hecha de gente que realmente quiere vivir allí”, dijo el viernes Stella Faye, investigadora de una universidad de Venecia.
Alrededor de una docena de organizaciones venecianas, incluidos defensores de la vivienda, activistas contra los cruceros y grupos universitarios, están protestando bajo el lema “No hay espacio para Bezos”, un juego de palabras que hace referencia a su empresa de exploración espacial Blue Origin y al reciente vuelo espacial de la novia .
Greenpeace desplegó una pancarta en la Plaza de San Marcos denunciando a Bezos por pagar impuestos insuficientes. Activistas hicieron flotar un maniquí calvo, inspirado en Bezos, por el Gran Canal de Venecia sobre una caja de Amazon, con las manos apretando dinero falso.
Las autoridades, desde el alcalde de Venecia hasta el ministro de Turismo del país, han desestimado la protesta, diciendo que ignora la visibilidad y el impulso económico que ha traído la boda.
“Habrá fotos por todas partes, las redes sociales se volverán locas por el vestido de la novia, por la ceremonia”, dijo a la AP la ministra de Turismo de Italia, Daniela Santanchè.
Todo esto se traduce en una enorme campaña publicitaria gratuita. De hecho, al invertir mucho dinero, enriquecerán a Venecia: a nuestros comerciantes, artesanos, restauradores y hoteles. Así que es una gran oportunidad tanto para invertir como para promocionar Italia en el mundo.
Filantropía
Como director ejecutivo de Amazon, Bezos solía evitar ser el centro de atención, delegando con frecuencia anuncios y actualizaciones comerciales en sus ejecutivos. Actualmente, su patrimonio neto asciende a 234 000 millones de dólares, según Forbes.
En 2019, anunció su divorcio de su primera esposa, MacKenzie Scott, justo antes de que el National Enquirer publicara un artículo sobre un romance con Sánchez, expresentadora de noticias de televisión. Sánchez solicitó el divorcio al día siguiente de formalizarse el divorcio de Bezos.
Renunció como director ejecutivo en 2021, diciendo que deseaba dedicar más tiempo a proyectos paralelos, incluidos Blue Origin, The Washington Post, del que es propietario, y sus iniciativas filantrópicas.
Sentado junto a Sánchez durante una entrevista con CNN en 2022, anunció planes de regalar la mayor parte de su riqueza durante su vida.
La semana pasada, una asociación de investigación ambiental veneciana emitió un comunicado en el que afirmaba que el Fondo para la Tierra de Bezos apoyaba su labor con una “importante donación”. CORILA, que busca la protección del sistema lagunar veneciano, indicó que el contacto comenzó en abril, mucho antes de las protestas.
Los medios locales informaron de una recepción el sábado en el Arsenale, una antigua base naval conocida por ser la sede principal de la Bienal de Venecia.
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