Cannes, Francia.- Cuando aún no se ha cumplido un año de su liberación, Julian Assange y su esposa Stella se presentan en el Festival de Cannes, durante la premire de “The Six Billion Dollar Man”, el documental que Eugene Jarecki ha hecho sobre él.

Stella Assange habló con los medios de cómo se encuentra su esposo y cómo ha sido el proceso de reinserción social que ha atrevesado, quien fue acusado de espionaje y, posteriormente, declarado culpable de violar la Ley de Fianzas del Reino Unido.

“Hemos pasado los últimos 11 meses con su recuperación física. Y está siguiendo las noticias e intentando ponerse al día y entender el mundo en el que estamos hoy. Sobrevivió a una situación muy grave en prisión, su supervivencia personal estaba en juego”, explica en una entrevista con EFE la mujer del fundador de Wikileaks, nacido en Townsville, Australia, en 1971.

“Se ha estado recuperando, pero también está muy preocupado por la grave situación en la que estamos todos hoy”, matiza.

El matrimonio vive ahora con sus hijos en Australia, donde emplean su tiempo en pasear “a campo abierto”, ver “canguros” cada día y bañarse en el mar.

Es un proceso “increíblemente sanador”, apunta esta abogada hispano-sueca nacida en Johannesburgo, y es “exactamente lo que necesitaba” Assange después de los 7 años que pasó encerrado en la embajada de Ecuador en Londres y los 6 que cumplió en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, que es “la peor del Reino Unido”.

Apenas se le ha visto en público desde su liberación, el 24 de junio de 2024, pero esta semana se ha paseado por las alfombras rojas de Cannes para presentar esta película y lo ha hecho, además, posando ante las cámaras con una camiseta con los nombres de miles de niños palestinos asesinados en ataques israelíes durante la actual ofensiva militar.

“Eligió la libertad antes que una justicia irrealizable”, explicó a EFE, Jennifer Robinson, una de las abogadas del equipo legal que trabajó para lograr el acuerdo que finalmente redujo los potenciales 175 años de prisión que reclamaba Estados Unidos para él a solo 62 meses.

Ambas mujeres son piezas elementales del documental que presenta en Cannes Eugene Jarecki, quien a través de imágenes de archivo y de testigos -como Edward Snowden, Pamela Anderson o el expresidente ecuatoriano Fernando Correa- repasa la historia de Assange desde la fundación de Wikileaks y su salto a la fama con las primeras grandes filtraciones de crímenes de guerra de EEUU en Irak.

Pero sobre todo, Jarecki (hermano del también realizador Andrew Jarecki) se sumerge en la partes más desconocidas para el público de la vida de Assange tras la acusación de delitos sexuales en Suecia de dos mujeres, que luego fue archivada, la violación de su libertad condicional para refugiarse en la embajada de Ecuador y lo que pasó entre las paredes de aquel edificio durante siete años.

Posibles torturas y videovigilancia continúa

Fue Fernando Correa el que le abrió las puertas para refugiarse, pero años después, tras el cambio del gobierno en Ecuador y su acercamiento a Estados Unidos, el panorama cambió, hasta el punto de que la ONU intentó investigar si dentro de la embajada sufría torturas por sus condiciones draconianas.

El documental también repasa las presuntas injerencias de EEUU en la empresa de seguridad que había sido controlada para velar por él (la española UC Global, que está bajo investigación judicial en España) y que, en realidad, lo vigilaba secretamente en todo momento, incluidas las visitas médicas y de sus abogados.

“Yo me sentí moralmente obligado a dar luz a esta información”, contó a EFE, Jarecki, quien bautizó el documental en referencia al presupuesto asignado por EEUU para lograr extraditar a Assange (6.000 millones de dólares) para encarcelarlo de por vida.

El realizador asegura, no obstante, que si en sus investigaciones “hubiera hallado que Julian Assange era culpable de todas las cosas que los Estados Unidos alegaban sobre él” (18 cargos en total), hubiera sido “igual de interesante” para él “hacer una película sobre ello”.

“Julian Assange no es un ángel, pero probablemente no es el Dr. Evil”, razona el cineasta, sin dejar de recordar que finalmente solo se declaró culpable de un único cargo bajo la Ley de Espionaje estadounidense, el de conspiración para obtener y divulgar información de defensa nacional.

Es decir, según Jarecki y el entorno del propio Assange, se declaró culpable de hacer “periodismo”.

“Si el periodismo se ha convertido en un crimen, todos tenemos que preocuparnos”, recalcó el cineasta.

melc

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