París, Francia.— Las joyas robadas del museo del Louvre el domingo tienen un valor estimado de 88 millones de euros, equivalente a unos 102 millones de dólares, anunció ayer la procuradora Laure Beccuau.

“El conservador del Louvre estimó los daños en 88 millones de euros, una suma extremadamente espectacular pero que no es en absoluto paralela ni comparable a los daños históricos”, añadió la fiscal.

Precisó que los ladrones “no ganarán” esa suma “si tienen la pésima idea de fundir esas joyas. Quizás podamos esperar a que reflexionen y no las destruyan”.

La magistrada indicó que espera con interés saber si, según el lenguaje policial, las huellas halladas coincidirán o no, pues ya están siendo analizadas.

Además, Beccuau confirmó la cifra de cuatro personas identificadas como presentes en el lugar.

Sobre la existencia de eventuales complicidades internas en el museo, Beccuau respondió que no podía “responder con un sí o un no” en este momento.

La fiscal dijo que los delincuentes obtuvieron el vehículo montacargas que sirvió para perpetrar el robo a través de un seudoalquiler para un supuesto trasteo. “Cuando uno de los empleados de esta empresa se presentó en el lugar de la mudanza, se encontró con dos hombres amenazantes pero que no usaron en su contra ninguna violencia”, agregó.

Según dijo, hay “un centenar” de investigadores movilizados en la capital francesa en este caso.

Por su parte, la dirección del Louvre defendió la calidad de las vitrinas donde estaban las joyas robadas, en respuesta a un artículo publicado por un periódico satírico que asegura que eran “aparentemente más frágiles que las antiguas”.

Al respecto, la ministra de Cultura, Rachida Dati, afirmó que el sistema de seguridad del recinto funcionó correctamente durante el robo. “La seguridad del museo del Louvre no falló, eso es un hecho”, dijo a los legisladores en la Asamblea Nacional.

Agregó que inició una investigación administrativa que se suma a una investigación policial para asegurar total transparencia sobre lo ocurrido. No ofreció detalles sobre cómo se cometió el robo dado que las cámaras estaban funcionando.

Pero lo describió como un golpe doloroso para la nación. El robo fue “una herida para todos nosotros; porque el Louvre es mucho más que el museo más grande del mundo. Es una vitrina donde mostramos nuestra cultura francesa y nuestro patrimonio compartido”.

Tras el atraco —en el que los ladrones sólo necesitaron unos minutos para entrar a la galería de Apolo gracias al montacargas exterior, romper con una sierra varias vitrinas instaladas en 2019, y llevarse nueve joyas— el museo reabre hoy al público, aunque la sala donde se cometió el delito permanecerá cerrada por tiempo indefinido.

Hoy, la presidenta del Louvre, Laurence de Cars, comparecerá en el Senado.

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