El príncipe Andrew (Andrés) del Reino Unido, afectado por un escándalo, dice que renunciará a su título real; se confirma que no pasará la Navidad con la Familia Real en Sandringham.
Pero aún se espera que permanezca en su casa de Windsor, Royal Lodge, que tiene su propio contrato de arrendamiento privado vigente hasta 2078.
Seguirá siendo un príncipe, título que ha tenido desde su nacimiento como hijo de la difunta reina Isabel II.
“Tras conversaciones con el Rey y mi familia inmediata y más amplia, hemos llegado a la conclusión de que las continuas acusaciones contra mí distraen del trabajo de Su Majestad y de la Familia Real. He decidido, como siempre, anteponer mi deber hacia mi familia y mi país. Mantengo mi decisión de hace cinco años de retirarme de la vida pública”, dijo el príncipe Andrew en un comunicado.
“Con el consentimiento de Su Majestad, considero que debo dar un paso más. Por lo tanto, ya no usaré mi título ni los honores que me han sido conferidos. Como ya he dicho, niego rotundamente las acusaciones contra mí”, añadió.
Príncipe Andrew en la polémica por sus vínculos con Jeffrey Epstein
Andrew ha enfrentado un intenso escrutinio por sus vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein, incluidas preguntas sobre cuándo realmente cortó el contacto.
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El príncipe había dicho que había cortado todos los vínculos con Epstein después de que fueron fotografiados juntos en Nueva York en diciembre de 2010.
Pero meses después aparecieron correos electrónicos que sugerían que Andrew se había mantenido en contacto privado con Epstein, incluido un mensaje intercambiado: “¡Manténganse en contacto cercano y pronto jugaremos más!”.
mcc